Autorizo a mi abogado defensor Dafni Bagianou a leer lo siguiente, durante la etapa del procedimiento oral en el cual se solicita la declaración de los acusados en el juzgado especial de la prisión de Koridalós, el cual ha sido encomendado para juzgar el caso de la organización Lucha Revolucionaria.
Este texto no constituye una declaración de disculpa. No siento ni he sentido nunca que tenga que rendir cuentas por mis elecciones políticas ante ningún representante del poder. Lo único que puede juzgar mi acción y mis elecciones es la historia revolucionaria y sus portadores. Como revolucionaria consideré siempre y considero como mi deber y a la vez mi derecho intransferible el defender mis elecciones políticas. Es más, es un placer para mí el defender públicamente y sin tener en cuenta el coste político, las elecciones de lucha que constituyen un importante ejemplo de acción política en base a mi profunda convicción. Y un ejemplo tal fue la organización Lucha Revolucionaria, en la cual tuve el honor de participar. La organización Lucha Revolucionaria, cuya participación en la misma defendí con placer tras mi detención, fue un componente importante de la amplia lucha subversiva y su presencia en la escena política revolucionaria constituyó y constituye –de esto estar seguros– un punto decisivo para muchos luchadores. Algunas de las acciones de la organización constituyeron hechos muy importantes de la historia revolucionaria contemporánea y de esta forma permanecerán grabadas en la memoria de muchos hombres. No son pocos aquellos que las recuerdan con frecuencia, como nosotros mismos hemos corroborado desde el momento en el que fuimos excarcelados, debido a que se superó el tiempo establecido de prisión preventiva. También lo hemos corroborado durante las movilizaciones del último año. Esto sucede porque se hace perceptible para muchos la falta de una acción armada revolucionaria de este tipo en la época que vivimos. Época que como todos los explotados pueden corroborar hoy, constituye el periodo más oscuro para nuestro país y también para todo el mundo. Época, en la que cada vez más [personas] perciben que sólo formas de lucha y soluciones radicales y subversivas conseguirán sacar a la sociedad y al país del precipicio al que nos ha lanzado la economía supranacional y el poder político así como sus sirvientes subordinados, como son los gobiernos griegos y los políticos del régimen que participan en el parlamento.
Estoy absolutamente orgullosa de mi participación en Lucha Revolucionaria y no tengo nada por lo que disculparme. Este texto es una declaración-tributo en honor a la organización por la cual soy juzgada en vuestro tribunal burgués. Es un tributo en honor a la Revolución social y a todos los revolucionarios. Constituye un tributo en honor a nuestro compañero Lambros Foundas que fue asesinado el 10 de Marzo del 2010 por parte de los perros armados del régimen, al cual vosotros también servís. Un régimen que adquiere ya su forma más totalitaria de las últimas décadas y que aspira a ser todavía más implacable con los pobres, los socialmente débiles, los luchadores que le hacen frente. Constituye un régimen que cada día humilla, tortura y asesina a personas mediante el arma de la economía. Un régimen al servicio de los intereses de una fuerte minoría. Un régimen que no es ni más ni menos que la dictadura contemporánea del Capital supranacional y de la élite política que lo apoya. Un régimen de criminales, terroristas y fríos asesinos. En su nombre y en el de sus intereses fue asesinado el compañero Lambros Foundas, en su nombre nos detuvieron y encarcelaron, en su nombre nos juzgáis también vosotros. En su nombre nos condenareis a decenas y cientos de años de prisión.
El compañero Lambros Foundas cayó bajo las balas de los maderos durante una acción preparatoria de la organización Lucha Revolucionaria. Cayó en combate para que continuara la acción revolucionaria de la organización que fue y sigue siendo imprescindible dentro del salvaje momento histórico que atravesamos. Cayó en combate en un recorrido de lucha que tenía por objetivo el subvertir este régimen bárbaro e implacable. Cayó por el derrocamiento de esta dictadura. Cayó por la Revolución.
El asesinato de nuestro compañero, dejando de lado el hecho de que fue el resultado de un “encuentro” casual con un coche patrulla de los maderos, fue un asesinato político. Da igual si los maderos sabían a quién disparaban. Lo que importa es que el compañero estaba allí y actuaba en el marco de un proceso político. Un proceso que constituía una parte de un plan para subvertir el poder político y económico, para impulsar la cuestión revolucionaria. Es por eso que el asesinato fue también un asesinato político. Así como la encarcelación y el juicio, de igual manera el asesinato constituye un momento de la violenta guerra sin precedentes que la economía supranacional y la élite política, con el total apoyo de los griegos que defienden el sistema –políticos del régimen, maderos, jueces, grandes periodistas– lleva a cabo en contra de la mayoría social. Es parte de la guerra para asegurar que la sociedad de los débiles no encuentre ningún arma con la que volverse en contra de la dictadura contemporánea. Es parte de la guerra que se lleva a cabo para cortar el único camino de la sociedad para salir del callejón sin salida. El camino para derrocar el al Poder organizado y a sus lacayos. Un camino que sólo puede pasar por el contraataque proletario armado.
El compañero Lambros Foundas para mí no estaba, no está muerto. Estaba junto a mí durante la detención, en los calabozos de la “antiterrorista”, en la cárcel. Estaba junto a mí durante este juicio.
Era, es y seguirá siendo la inextinguible llama de una revolución colectiva que no se apagará nunca.
Era, es y seguirá siendo una voz que llama a la alerta revolucionaria, que no se acallará hasta su último objetivo: El derrumbamiento de todo poder, la Revolución. Ya he dicho antes que era un honor y un placer el asumir la responsabilidad política por la participación en Lucha Revolucionaria. Pero el compañero Lambros Foundas fue para mí un fuerte e invencible motivo para adoptar esta posición. Era mi deber frente a él hablar sobre las elecciones comunes de lucha, el hablar sobre nuestro colectivo, el hablar sobre nuestras posiciones políticas y nuestros objetivos. Era mi deber el mantenerlo vivo, manteniendo vivo cada momento de la historia de Lucha Revolucionaria. En ningún momento constituyó para mí “la dura carga de un muerto”, como querrían nuestros enemigos. Al contrario, se convirtió en un arma para que siguiera combatiendo contra ellos, se convirtió en una poderosa arma para seguir combatiendo por nuestra causa común dentro de las cárceles del régimen. El 10 de Marzo, en los callejones del barrio de Dafni [barrio de Atenas], el compañero Lambros Foundas se convirtió en una poderosa arma de Revolución.
Tanto el asumir la responsabilidad política, como mi posición desde el primer momento de mi detención, así como esta declaración política, son un tributo en honor al compañero.
¿Pero por qué cayó concretamente Lambros Foundas? ¿Cuál era el marco dentro del cual tuvo lugar el enfrentamiento en Dafni?
La respuesta a esta cuestión se encuentra en la estrategia de Lucha Revolucionaria y en cómo ésta se desenvuelve el último periodo antes del asesinato del compañero y de nuestras detenciones. Y antes que nada tengo el deber de analizar esta estrategia en el texto.
Como todos sabemos, Marzo del 2010 fue el mes en el que entró en la recta final el proceso de secuestro del país bajo el poder de la troika, es decir del Fondo Monetario Internacional, de la Comisión Europea y del Banco Central Europeo, ya que la deuda griega desde hacía tiempo se había disparado a niveles que definían imposible su gestión. Las compañías multinacionales inversoras, los bancos y gran número de personalidades de la élite política –incluyendo de la [élite] griega– se lucraban con los bonos griegos, el país caminaba a toda velocidad hacia la bancarrota y la economía multinacional, y la élite política intercambiaba públicamente o a puerta cerrada opiniones sobre el «futuro de Grecia», sobre «si debía de ser rescatada» o «si se debía dejar que quebrara».
La solución que fue dada por parte de la élite supranacional fue la de la quiebra controlada, la cual se bautizó con el nombre de plan de «salvación» del país. Este plan por supuesto que no se basaba en evitar la bancarrota, ya que esto era un hecho consumado antes de que se firmara el primer acuerdo de memorándum en Mayo de 2010. Este plan se basaba en la decisión de introducir al país en el lento y tortuoso proceso de eutanasia. Y este proceso de muerte lenta se eligió para evitar las fuertes convulsiones que supondría la quiebra no controlada para el sistema bancario europeo y por consiguiente para la estructuración de la eurozona y del euro. Para la élite europea, como es natural, no era una cuestión importante la «salvación de Grecia». Además esto siempre fue una herramienta de bombeo de ganancias para el Capital supranacional. Era una economía agotada. La cuestión fue y será la salvación de la moneda europea y evitar una quiebra del sistema bancario europeo. Es y fue por tanto el asegurar que la élite económica no sería dañada por la crisis.
El plan de «salvación» se basaba en una suspensión gradual de pagos en el interior [del país] asegurándose paralelamente de que sus acreedores, es decir, los grandes bancos europeos, no serían dañados por este proceso. Y esto como sabemos se aseguró con los convenios del memorándum, con la reestructuración de la deuda griega, y con el reciente proceso de recompra de bonos, llevándose a cabo parte de este [proceso] en el BCE y que condujo esencialmente a la expansión del peligro de la quiebra griega hacia la base social europea, la cual es llamada a pagar el precio del rescate del régimen político y económico griego.
Para Grecia, las consecuencias de esta reestructuración de la deuda comprometen en esencia a muchas generaciones a las ataduras de una deuda que aumenta continuamente y que es imposible de pagar. Se trata de una deuda de muchas décadas, que en gran parte está relacionada incluso con prestamos de antes de la guerra, los cuales por medio de re-negociaciones y ajustes que fueron impuestos por los acreedores, comprometen al pueblo a pagar hasta el día de hoy. Deuda a la que han contribuido todos los gobiernos griegos durante el siglo XX, ya sea para estimular con fluidez a la élite nacional y extranjera, o para pagar antiguos préstamos. Deuda que no consistió nunca en la mejora del nivel de vida de la base social, sino sólo en el fortalecimiento de las fuerzas económicas y en el “restablecimiento económico” de la élite política local.
El dilema que planteó el gobierno del PASOK en el 2010 y que desde entonces plantean todos los gobiernos de «salvación del país o deuda» es totalmente falso y engañoso. Un dilema así nunca fue válido, ni lo es ahora. La cuestión que se plantea y que concierne a los diferentes intereses en el interior de la élite supranacional era y es, bajo qué procedimiento tendrá lugar esta quiebra. Si se dará rápidamente o será lento y tortuoso como sucede hoy en día, si tendrá lugar dentro o fuera de la UEM1, si tendrá lugar bajo el Euro o el Dragma. En cualquier caso, los cuervos de la élite supranacional y del poder político que vuelan sobre el cadáver de la economía griega listos para abalanzarse sobre él, coincidían en el hecho de que Grecia tendría que entrar con tutela absoluta, y bajo sumisión total a la élite supranacional encabezada por los acreedores. Y principalmente se debería asegurar que desde el momento en que el país pasara a manos de los acreedores, éstos recibirían una masa de hombres dóciles y sin voluntad que serían absolutamente sumisos a los deseos de los amos, dispuestos a trabajar bajo los peores términos laborales posibles sin reivindicaciones, sin lucha.
Para la consecución de estos objetivos, inicialmente se ocupaba el gobierno del PASOK, el cual firmó el primer memorándum, el acuerdo más duro con acreedores que haya firmado nunca un país tras un periodo de guerra. No es casualidad que incluso participantes en el FMI hayan expresado su sorpresa por «la facilidad con la que Papandreou malvendía a su país, sin ninguna objeción y sin proyectar ningún deseo de negociación, sobre un programa que es más duro que cualquiera de los que nunca ha impuesto el FMI a otro país».
Por medio del proceso de quiebra controlada de los últimos dos años y con la ayuda de los acuerdos firmados por los gobiernos y los acuerdos que realizan mediante los mecanismos de «rescate», han abolido conquistas laborales, han recortado sueldos y pensiones, han eliminado subsidios, han destruido los fondos de jubilación y no se tardará en suspender el pago a los pensionistas.
La suspensión de pagos es desde hace meses un hecho dentro del país, con los trabajadores públicos (profesores, maestros, enfermeros, doctores, etc) que permanecen impagados durante muchos meses. La suspensión de pagos en el país tiene como resultado el que se encuentre anulada la asistencia pública, hospitales que funcionan bajo mínimos o que cierran, colegios, guarderías y facultades lo mismo, muchos servicios sociales en decadencia o anulados. Después de que el Estado griego declarara inicialmente la suspensión de pagos por sus responsabilidades hacia pequeñas empresas conduciéndolas al cierre, continuó hacia suspensiones y anulación de pagos en un servicio tras otro.
¿Si esto no es bancarrota entonces qué es? Y todo esto dentro «del régimen de salvación de la bancarrota en Grecia», la cual debido al alto coste de los préstamos puede quedar excluida de los mercados de bonos, sin embargo los gobiernos continúan emitiendo letras del tesoro a corto plazo con absurdos intereses para cubrir las necesidades actuales del Estado, puesto que los paquetes económicos de la troika van en su mayor parte destinados al apoyo de los bancos, disparando la deuda a niveles que ridiculizan incluso la estimación más pesimista del FMI sobre su evolución. Los mismos sucede con el último paquete económico de la troika, para el cual se votó el segundo y más fuerte memorándum de exterminio del proletariado de este lugar.
Con malabarismos financieros y falsas muestras de la viabilidad de la deuda griega por parte de la CE, se proyecta una imagen de estabilidad que pronto será aniquilada por la dura realidad del punto muerto económico. La quiebra, a pesar de los intentos del régimen y de la troika, no tiene vuelta atrás, sin embargo la élite quiere antes haber completado la ocupación política y económica del país.
Bajo el «régimen de salvación del país» la pobreza ha llegado a los niveles más altos desde después de la 2ª guerra mundial. El paro real ha llegado al 35%, y para los jóvenes al 50%. La marginalidad amenaza a cada vez más amplios tejidos de población, los sin techo, las personas que han pasado a la pobreza absoluta son cada vez más. El número de gente que padece desnutrición aumenta cada día, las lipotimias debido al hambre de alumnos en las escuelas son un fenómeno diario, son miles los que se apresuran a los comedores sociales y las muertes por falta de comida no tardarán en aparecer. Las personas de todas las edades que buscan en la basuras alrededor de los mercados son cada vez más, mostrando el estancamiento de una sociedad. Sin embargo aquellos que como parece constituirán el primer gran sector de la sociedad que se verá amenazado de muerte por la crisis, –después de los ya registrados 2000 casos de suicidio de desesperados por la incapacidad económica a la que les empujó el sistema– serán los ancianos y ancianas pobres de este lugar, que no tendrán ninguna posibilidad de afrontar las enfermedades de la vejez o el frío del invierno. ¿De qué «salvación del país de la bancarrota» hablan los gobiernos griegos en el momento en el que ya casi se ha completado la quiebra? Hablan de evitar la ocupación del país por parte de la élite supranacional. Esto tiene sentido para el poder político local. ¿Qué es lo que los políticos del régimen intentan con la subordinación total del país al poder de los prestamistas, de los políticos supranacionales y de los organismos económicos? Es la muerte de un pueblo, la liquidación del país y el asegurar la riqueza de la élite supranacional. Y condición básica para que esto se haga realidad es el que no exista resistencia por parte de la sociedad.
«El país camina haciendo acrobacias al borde del abismo y una organización armada podría derribarlo». Podrían ser las palabras de un político del régimen. «Una organización armada podría contribuir a la quiebra del país y a su destrucción».
Como Lucha Revolucionaria conocía desde el principio el significado de «salvación del país», eligió actuar hacia la obstaculización de este tipo de «salvación». Una «salvación» que correspondía sólo a la clase privilegiada política y económica y no al pueblo. Esta «salvación» y sus términos son la destrucción de todos los proletarios, es la destrucción del país en su conjunto. Lucha Revolucionaria aspiraba a derrocar esta «salvación».
El mando político que domina este lugar, y los portavoces de todo tipo de la clase dirigente con los Mass-Media como protectores, impulsan diversos esquemas teóricos sobre la crisis y los responsables de ésta (el consumismo de la clase media y de los pobres, la corrupción del sector publico que hay que recortar –dentro de esto se enmarca el cierre de guarderías– los altos sueldos y pensiones…) y principalmente apoyan la necesidad de la disciplina y la subordinación social, la no reacción ante los planes que impulsan.
La resistencia social es el único factor que podría impedir estos avances. Una resistencia que sin embargo, permaneciera totalmente desconectada de cualquier tipo de postura del régimen sobre la crisis y los motivos de ésta, una resistencia que no sucumbiera a los chantajes y los falsos dilemas de la dominación, que no retrocediera ante la represión, la cual sería una cosa inevitablemente directa y violenta.
Lucha Revolucionaria no tuvo nunca ilusiones sobre la crisis, sus responsables y sus perspectivas. Siempre creímos y esto ha quedado registrado en los comunicados de la organización, que la quiebra era algo que no tenía vuelta atrás. Cuanto más se retrase este desarrollo debido a los métodos de apoyo del régimen por parte de la troika, más se sumergirán los proletarios en el pantano político y social, más grande será la parálisis social frente al inminente ataque de los poderosos.
Por eso para la organización, el reto era evitar la subordinación del país al régimen de poder de la troika, que no se votara ningún acuerdo hipotecario con los acreedores sobre los bienes del país, que no se votara ningún memorándum, que no se emprendiera el ataque contra las capas pobres de la sociedad, el cual, a día de hoy ha tomado unas dimensiones incalculables para millones de seres humanos. Que el país avanzara hacia una suspensión de pagos, sin que se le asegurara ningún derecho a los acreedores.
Grecia fue una oportunidad para la élite supranacional de experimentar sobre un nuevo tipo de quiebra dentro de una zona económica como es el euro y con los términos más crueles para la mayoría social que jamás se han impuesto en la historia contemporánea. Una organización armada que con golpes cruciales podría dañar los intereses del poder político y económico, podría incluso cancelar las perspectivas de los acreedores de ocupación del país y la liquidación pacífica de las personas y de todo el lugar. Una organización armada con planificación y estrategia podría contribuir decisivamente incluso a desbaratar los planes del poder político y económico. Υ esto sucedería con la cancelación del advenimiento pacífico y de la manipulación del terreno por parte de los cuervos de la élite supranacional que hacen estragos sobre el pueblo con el arma de la deuda. Una organización armada que tendría la posibilidad y la voluntad de declarar la guerra a la élite política y económica, avanzando a golpes que debilitarían al régimen, ya herido de gravedad por la crisis del sistema, podría contribuir al abandono del régimen económico y político griego por parte de la élite supranacional, llevando al país a una quiebra directa y sin vuelta atrás, antes incluso de que pongan la soga al cuello de los proletarios. Podría jugar un papel decisivo en la mayor desestabilización del sistema. Porque el sistema es realmente muy susceptible. Y la particularmente dura postura que adoptan los poderosos no es otra cosa que el resultado de su debilidad para mantener un régimen político y económico especialmente delicado, enfermo e insostenible. El cual en estos momentos «goza» de su mayor deslegitimación por parte de la sociedad.
Una organización armada con la acción adecuada podría aumentar el miedo y transmitir el pánico a los ya asustados por la crisis sistémica, poseedores y gestores del Capital supranacional. Hacerles pensar en el riesgo de sus inversiones en un país agitado política y económicamente. Hacerles pensar seriamente si quieren involucrarse en medio de un periodo de profunda crisis política y económica en un país en el que se lleva a cabo una resistencia armada al régimen. Porque la verdadera salvación de todos nosotros estará determinada por nuestra posibilidad de salvarnos de la élite económica.
La acción armada no puede tener los mismos resultados en todas las épocas. El periodo de antes de que se votara el memorándum, dentro del cual tuvo lugar el golpe a Lucha Revolucionaria, era el periodo más adecuado para dañar al régimen, ya que no existía todavía ningún plan de gestión sobre la quiebra griega, el gobierno griego suplicaba apoyo a la élite europea, todavía no se había elaborado ningún mecanismo que asegurara el aislamiento de la Grecia «enferma», la crisis de la deuda no había golpeado todavía a otros países europeos de forma que apoyar al sistema económico griego no se considerara una cuestión de imperiosa necesidad para el equilibrio europeo, aunque las arcas del Estado estaban ya vacías.
Sin embargo, dejando de lado el hecho de que de a día de hoy la élite supranacional ha dado paso a un plan para hacer frente a una -inevitable- e incontrolable quiebra griega, todo el periodo actual el sistema del capitalismo y de la economía de mercado está en el aire. Las bases sobre las que se apoya están muy podridas, nuevos mecanismos supranacionales económicos y políticos que se requieren para que el sistema haga frente a la crisis internacional no se han creado todavía y un amplio ataque social armado podría subvertirlo con relativa facilidad. Y hablo de un ataque social armado porque claramente una organización armada no puede suplantar un ataque proletario masivo al régimen, que es lo único capaz de desatar la Revolución. Sin embargo, una organización armada puede dar un impulso significativo al desarrollo político y económico en dirección a reforzar la cuestión revolucionaria. Porque un poder político bajo presión debido a la violenta resistencia social de carácter estratégico no conseguiría convencer a los mecanismos políticos y económicos supranacionales de su capacidad para gestionar una transición pacífica hacia la quiebra, se derrumbaría bajo el peso de la presión social y sin apoyo de la élite supranacional. Una quiebra incontrolable y un derrumbamiento político vendrían acompañados de un estallido social. Una revuelta generalizada crearía las condiciones apropiadas para impulsar la cuestión revolucionaria. Este era para nosotros el reto.
Nuestra convicción de las situaciones de pánico que podría acarrear una organización revolucionaria armada con su acción en los llamados mercados –con mercados nos referimos a la élite económica supranacional– emerge del análisis y del conocimiento de la naturaleza de la crisis, de las formas en las que se manifiesta, los callejones sin salida a los que se enfrenta el poder económico, e incluso de la psicología de los mercados y de sus formas de funcionamiento. Los mismos representantes de la élite económica han hablado bastante de sí mismos y de los mercados en los cuales se mueven. Uno de ellos, un conocido gran especulador, poseedor de un gran pasado en la especulación sobre deudas estatalesy en la valorización de derrumbamientos económicos en su beneficio personal, comparó los mercados con manadas de gacelas. Dijo que al igual que éstas los mercados, «no corren cuando ven un león, sino por la idea de ser atacadas por un león». Este comentario tuvo lugar con motivo de la crisis en el sureste asiático en donde los mercados, que especulaban salvajemente sobre la deuda de estos países, los abandonaron de forma masiva asustados de un posible derrumbamiento. La salida masiva de gran volumen de capital de estos países empujó finalmente a la quiebra. Como han dicho muchos capitalistas y gestores de grandes capitales, este fenómeno es como una «profecía autorealizada». Asustados los mercados por que pueda quebrar un país lo abandonan impulsando su quiebra. Sin embargo la creación de las condiciones para la quiebra económica de un país tienen lugar con la salida de los capitales inversores, y su salida simplemente completa el proceso. Cuanto más grande sea el volumen de éstos más destructiva será la quiebra.
Lucha Revolucionaria aspiraba al abandono directo del país por parte de la «manada» de los mercados, utilizando como arma el crecimiento del miedo que dio a luz la manifestación de la crisis y la falta de perspectivas de salida de ella.
Grecia hace tiempo que está esencialmente en bancarrota. Los líderes capitalistas alrededor del globo están sentados literalmente sobre montañas de dinero, el cual se niegan a invertir debido a la crisis y a las reducciones de ganancias. El sistema financiero, el cual creó la creciente arquitectura mundial capitalista durante los últimos años, se encuentra en un callejón sin salida, está amenazado bajo nuevas quiebras. Es sabido que el mercado griego carece de liquidez y las empresas cierran una tras otra. Lo único que queda en pie en el país es una estructuración política sin apoyo social, formada por los colaboracionistas del gobierno y de los políticos del régimen que soportan un sistema a punto de caerse, mendigando préstamos de tiempo a sus grandes jefes en Europa y en los EEUU, así como dinero para reembolsar los bonos a punto de expirar y reforzar así el sistema financiero.
En esencia, en este momento no existe la economía griega. Analistas del régimen declaran que no existe ni siquiera economía global que funcione. Lo único que asegura el no derrumbamiento del régimen es la paz social. Y este es el único motivo por el cual la élite económica no ha expulsado por completo a Grecia y acecha para abalanzarse y agarrar lo que tenga valor en el cadáver griego.
Y esta estrategia no se encuadra en la perspectiva de superar la crisis, sino en una práctica que se adopta ampliamente en periodos de crisis, durante los cuales, como declaró cínicamente Andrew Mellon, banquero y ministro de economía de EEUU, durante el periodo de la crisis del 29 –al cual me he referido anteriormente en una declaración durante el juicio– «los recursos vuelven a las manos de sus dueños legítimos», lo único es que la élite no es dueña legítima de la riqueza social, ni ha sido la que la ha producido. Son los que se apropian de ella, los que se la roban a los proletarios.
Sin paz social y de clase no hubieran conseguido nada los políticos y patrones griegos. No habrían conseguido convencer a sus jefes europeos asociados para «rescatar» a Grecia. Sin paz social y de clase no habrían conseguido mantener el interés de los «buitres de la deuda», los famosos vulture funds2que se encontraban en estrecha colaboración con todos los grandes bancos inversores y que ya se han establecido en el país aguardando el momento adecuado para comprar por un pedazo de pan, empresas, riqueza natural, tierra, islas, personas. Personas hambrientas y desesperadas. Sin paz social y de clase los rapaces del poder político no podrían jugarse en las bolsas de la deuda los bonos griegos y el país entero con la colaboración de los bancos y los «respetables» grandes inversores de los hedge funds3, ofreciéndoles grandes ganancias, y recibiendo los mismos políticos y sus familias una parte respetable de éstas. Esto quedó claro con el caso de la familia Papandreou4 con el presidente Giorgos intensificando con sus prácticas la sacudida de los spreads5en los bonos griegos, y su hermano procediendo a compraventas que supusieron millones de euros a la familia. Y esto es sólo un ejemplo que se dio a conocer. Porque sólo un ciego no ve las grandes triquiñuelas que han hecho con la deuda los políticos locales, los cuales entre las coronas patrióticas que se quitaban con motivo de la «salvación del país de la destrucción por la quiebra», realizaban una serie de encuentros con elementos del mercado, donde tras las puertas de los despachos de los banqueros y de toda clase de grandes inversores compraban y vendían el país, por supuesto sin sufrir ningún daño. Una práctica que se incrementó al principio del periodo del memorándum, que continúa con intensidad irreducible hasta hoy y que continuará por mucho todavía, hasta que el pueblo griego los eche de sus tronos, hasta que derroque al régimen de la democracia representativa que de forma tan servil actúa para la élite económica, y donde aquellos que participan en ésta, ostentan los privilegios del capitalismo robando, aplastando, aterrorizando, asesinando a los socialmente débiles.
Sin paz social y de clase no habrían podido imponer sucesivamente los memorándums, a cada cual más duro que el anterior.
Sin paz social y de clase los políticos del régimen no podrían imponer las medidas laborales que han impuesto con los sucesivos memorándums, a cada cual más duro, deshaciendo una tras otra las conquistas laborales que son herencia de luchas y revueltas. Que son herencia social de luchas que llevaron a cabo trabajadores derramando su sangre.
No podrían imponer hoy las Zonas Económicas Especiales, el nuevo modelo de gestión colonialista en base al cual se privatizarán zonas enteras del país en las cuales no se someterá a ningún control estatal, no se promoverán controles de impuestos y legales, y dentro de estas zonas la élite aplicará los peores términos laborales que nunca hayan existido, explotarán a quien quieran, por cuanto quieran y como quieran. Esta es la orden que ha dado la clase dominante supranacional, esta es la orden que crudamente han dado también los Industriales Alemanes por boca del jefe de su asociación, Hans Peter Keitel, que cínicamente declaró el 10 de Septiembre que «toda Grecia debería pasar a ser un tipo de zona especial económica». ¿Quién va a rechazar esto? Ni los gobiernos griegos, ni todos los partidos del parlamento quieren, ni pueden evitar la tutela económica de los acreedores. Ni quieren ni pueden tampoco evitar que se convierta en feudos dispersos bajo dirección política alemana, condición que impulsa en este periodo la élite política alemana, en un experimento único a nivel europeo. Este movimiento se enmarca dentro del plan de totalizar política y económicamente Europa, con el sometimiento de los países al poder de un Estado europeo y con la élite alemana en la cima de esta jerarquía. Y no son pocos los políticos locales que han aceptado ya a sus nuevos amos.
En la misma dirección de liquidación del país y del pueblo se encuadra también la legislación de inversiones bajo el procedimiento fast track [rápida aplicación], con la cual continúa sin cambios la explotación de infraestructuras y riqueza natural. Y el culmen del proceso de liquidación es que Samarás aseguró que pronto se venderán islas griegas. Esto es para la élite política local la perspectiva del «desarrollo y la salida del país de la crisis de la deuda». Todos los políticos del régimen se identifican con los intereses de los económicamente fuertes y no tienen escrúpulo alguno a la hora de vender lo que sea.
Para conseguir todo esto se necesita paz social y de clase. Se necesita sumisión social absoluta. Y esta paz social y de clase es el principio que impulsa al presidente del Banco Europeo de Inversiones al declarar que «nos sentimos seguros dando préstamos a Grecia».
Sin paz social y de clase ningún gobierno podría firmar y aplicar ninguno de los memorándums, los cuales, entre todos los privilegios que facilita a los acreedores del Estado griego sujetos al derecho colonial de naturaleza inglesa, asegura que ningún gobierno podrá ponerlo en cuestión utilizando términos legales y cancelar así las duras condiciones que impone a todo un pueblo, para que no afecte a los intereses de los ricos. Sin paz social y de clase no se podría aplicar el plan de quiebra controlada, con el cual la élite aspira a mantener la estructura del régimen.
Sin paz social y de clase los gobiernos no podrían proceder a la práctica de una serie de crímenes, como lo fue la inversión de parte de los fondos de pensiones griegos6 que los bancos extranjeros intentaban quitarse desde el 2010. Cuando la troika y el gobierno griego decidieron dar paso a un recorte de la deuda con el famoso PS17, el recorte se refería a los bonos que los bancos europeos con intermediación del gobierno del PASOK cargaron sobre el sistema de seguridad social llevándole a un paso de la bancarrota. ¿Quién va a pagar por este crimen legal?
Sin paz social y de clase el gobierno de coalición de ND, PASOK y DIMAR, no pensaría siquiera en aceptar la aplicación de medidas del segundo memorándum, el cual se ha votado hace poco y, que como ya incluso reconocen voces del régimen, constituye el mayor holocausto social ejecutado en la historia contemporánea, conel propósito de que una vez más los gobernantes reciban otro paquete, el cual en su mayor parte irá destinado a la recapitalización de los bancos griegos de forma que se evite su quiebra y no quede dañada la solvencia de los bancos europeos que poseen intereses dentro del sistema bancario griego.
Sin paz social y de clase, sin una corriente revolucionaria fuerte, no encontrarían apoyo en la sociedad teorías fascistas y prácticas de odio, cuya aceptación constituye la culminación del desarraigo y la putrefacción social, que muestran las características más ruines del hombre alienado por el sistema.
A estas condiciones intentábamos adelantarnos con Lucha Revolucionaria antes de que fuéramos detenidos. Evitar que el régimen se incorporara al proceso de quiebra controlado, la desestabilización del gobierno, la desestabilización de la estructura económica, la creación de condiciones «negativas» para los inversores de la élite supranacional, la creación de inseguridad política y económica para los patrones, el abandono del país por parte de los cuervos de los bancos, el que éste se convirtiera en un terreno hostil. –incluso si fuera posible, en un terreno de guerra– para los rapaces de la élite económica supranacional. La apertura de un camino hacia la subversión del sistema, hacia una respuesta colectiva a la crisis, hacia una salida real de ésta.
Esto aspiraba conseguir Lucha Revolucionaria con su acción. Dentro de este plan estaba integrada la acción del compañero Lambros Foundas. Dentro de este contexto tenía lugar la acción preparatoria en el barrio de Dafni, durante la cual el compañero perdió su vida. Este plan, creíamos y creemos que podría llevarnos más cerca del derrumbamiento del sistema, más cerca de la Revolución.
Este juicio no se dirige simplemente en contra de una organización armada. Se dirige contra las posibilidades de un pueblo de sacudir desde arriba la ocupación que ha impuesto la élite económica y política supranacional junto con el poder político griego. Se dirige contra la perspectiva de liberar el lugar de las ataduras de la junta contemporánea. Porque esta perspectiva solo pasa por la resistencia armada mediante la cual podemos conseguir la Revolución social y la liberación de los hombres.
El papel de este juzgado es castigarnos con un montón de años de cárcel por nuestra elección de participar en una organización armada revolucionaria, cuyo objetivo era la debilitación del sistema y su derrocamiento. Y, ya que la única posibilidad como sociedad de salir del callejón sin salida que atravesamos hoy en día es el derrocar al régimen, en esencia este juzgado condenará la perspectiva misma de salida de la crisis por parte del pueblo, del callejón sin salida que dio a luz el sistema del capitalismo y de la economía de mercado. Condenará la perspectiva de la sociedad de encontrar un camino de supervivencia, de frenar esta irrefrenable hemorragia social, de detener el proceso de eutanasia social que nos imponen. Juzgará y condenará la única salida liberadora para los pueblos, que no es otra que su autodeterminación y su independencia de cada forma de poder y de coacción, que no es otra cosa que tomar ellos mismos su vida en sus manos. Este juzgado juzga y condenará la única perspectiva real de salida para la crisis, la única perspectiva de salida determinante de la crisis del sistema: El contrataque armado proletario contra el sistema del capitalismo, de la economía de mercado y de la democracia representativa para su derrocamiento.
Es por eso que este juzgado es también un juzgado de los representantes de la élite supranacional y de la troika. Es un juzgado que castigará en beneficio delos conquistadores actuales y de los traidores que gobiernan. Es un juzgado que va a mostrar su grado de asimilación por las «fuerzas» de ocupación de los banqueros, los especuladores del Capital supranacional, los burócratas de la troika que juegan el papel de informadores/controladores en beneficio de los conquistadores, así como los diversos Tsolakoglous8 actuales que se sientan sucesivamente en los asientos presidenciales y del parlamento, con la dureza de las penas que impondrá.
De cualquier manera, como ya he dicho durante una sesión del juicio, estas «fuerzas» de ocupación son los jefes de los jueces del mañana. Si hoy se les paga con las limosnas de la troika procedentes de los préstamos del Estado que hipotecan a las siguientes generaciones, mañana serán pagados directamente por algún banco que haya comprado el sector de la «justicia» del país. Serán pagados por el ING holandés, por el Deutsche Bank alemán, por el Citigroup americano o por el Goldman Sachs, de sobra conocido en el país debido a su especulación con la deuda griega, el cual hoy allana el camino a los vínculos políticos y económicos en el país con un respetable número de magnates despiadados que esperan el momento adecuado para abalanzarse y saquear el lugar. Serán pagados por algún organismo financiero supranacional. Porque pasamos ya a la época del Estado privatizado. El Estado, la política del régimen pasan totalmente a manos de los organismos inversores supranacionales, a manos de bancos, a manos de los ocupadores y de los gestores del Capital supranacional. Todo funcionamiento político, económico y social de los países va a pasar a manos de una minoría de magnates. Ellos van a tener la vida y la muerte en sus manos. Este es el «destino» de este lugar, esta es la perspectiva para todos los países de la Unión Europea. Esta es la lógica a la que este juzgado sirve. Este cambio históricamente único es el resultado de la crisis que hoy bajo la forma de crisis de deuda, amenaza con el derrumbamiento de un país tras otro en Europa. Todos los países serán «rescatados» puesto que están absolutamente sometidos al modelo de poder político y económico altamente centralizado que prepara la élite supranacional. Y esto se expresa en la creación del nuevo modelo de poder que la Unión Europea prepara como respuesta a la crisis, con el compromiso de cesión de los poderes al BCE el cual representa los intereses del sistema financiero y del Mecanismo Europeo de Estabilidad del euro, asimismo se responsabilizará de la superpotencia creadora de la política económica en los países de Europa bajo los términos que interesen a los económicamente poderosos y con el objetivo de mantener sus bienes. Y para que gestione la actual dictadura del Capital se propone la consolidación política de Europa en un superestado el cual, como dije anteriormente, será conducido por la élite política alemana.
Todos los planes de superación de la actual crisis propuestos por la élite político-económica supranacional conducen a la creación del modelo de poder más terrorífico que jamás haya vivido la humanidad. Excepto si estos planes son enterrados junto con la misma élite y el sistema bajo los escombros de una Revolución mundial.
El periodo más oscuro, el periodo más negro de la historia de la humanidad ya ha empezado. Y en su desarrollo participa este tribunal juzgando y condenando personas que lo único que pretendían era contribuir a la cancelación de este desarrollo. Este tribunal participa en este desarrollo histórico juzgando y condenando revolucionarios. Juzgando y condenando la única elección que tiene la humanidad para detener este histórico camino catastrófico: La elección del contraataque armado para la subversión del sistema del capitalismo, de la economía de mercado y de la democracia representativa. La elección de la Revolución social.
A lo mejor alguien se pregunta, «¿Por qué no puede haber un cambio de situación mediante luchas pacíficas?, ¿Es necesario que alguien valla hacia adelante con la acción armada?». La respuesta la ha dado el mismo régimen que avanza con acelerados ajustes hacia el actual totalitarismo mundial a fin de asegurar su supervivencia a la crisis, importándole una mierda cada una de las protestas pacíficas frente a las medidas que se imponen. Cada uno puede protestar –por lo menos por ahora– mientras que no amenace la paz estatal. Incluso movimientos no pacifistas han mostrado sus límites en los últimos tiempos, en el grado en que no explota una insurrección social temporal que consiga paralizar partes significativas del funcionamiento del sistema y que esté acompañada con el contrataque amado proletario hacia el régimen. Lo que se necesita es que un significativo sector de las bases sociales declare de forma organizada el ataque al sistema con continuidad y decisión.
«Pero esto», afirmará alguien, «significa una intensificación de la violencia que actualmente experimentamos por parte del sistema». Si, sólo que esta violencia será ejercida por la otra parte, por los oprimidos. Será una violencia-respuesta ante la opresión, será una violencia liberadora. Las personas quieren vivir en un medio social pacífico, no sentirse amenazados. Sólo que es imposible que un medio de este tipo se forme para los proletarios dentro del sistema. El terrorismo y la violencia actual son ejercidos por el mismo régimen. La mayoría de la sociedad vive actualmente una guerra. Una guerra clasista. Vive la guerra y el terrorismo de la pobreza, del hambre, del paro, de las deudas, de los embargos. Vive la violencia y el terrorismo del Estado, de los bancos, de los ricos. Vive una guerra y no sabe si sobrevivirá.
Para que las personas puedan vivir en un mundo en paz, deben de luchar. La violencia revolucionaria es la única manera de abolir la violencia de los poderosos, la única manera de ahorcar un mundo que sobrevive a base de violencia. Un sistema que sólo a base de violencia se reproduce. Es el único camino para la transformación de los oprimidos en sujetos políticos, en personas emancipadas con voluntad de escribir ellas mismas la historia y de tomar sus vidas en sus manos. Es el único camino para expulsar a los déspotas de todo tipo, de que se subvierta el régimen que aterroriza con sus desigualdades, con la pobreza, con la indignidad, con la humillación. De que se subvierta el régimen de trabajo y muerte. Frente a la muerte que espera la mayoría social, la única respuesta posible es la muerte del sistema.
«¿Pero son tan extremas las cosas?», puede preguntar alguien. «¿No existe otro camino, con un coste menor, para salir de la crisis?», «Por otra parte, ¿No puede tratarse de una situación provisional, que se termine en algún momento?»
Respondiendo en primer lugar a la segunda cuestión, diré que esta posición de espera «por los buenos tiempos que vendrán» es promocionada por el mismo régimen para apoyar la pasividad social dentro de las mentiras y los engaños conscientes al pueblo, el que los métodos que seguirá para superar la crisis serán si bien extenuantes, efectivos. Es también un resultado de la percepción dominante de que las crisis son algo así como «fenómenos naturales, que terminan tarde o temprano». «Por lo tanto no tenemos que hacer nada más que esperar al fin de la tormenta. No importa si existen más pobres, hambrientos, sin hogar, muertos, basta con que no seamos nosotros parte de ellos».Se trata de la lógica del «sálvese quien pueda» que sólo el capitalismo en sus etapas más maduras sabe impulsar tan exitosamente.
Sin embargo, la respuesta esencial a este interrogante se encuentra en la misma crisis y en su naturaleza. Una crisis única debido a su extensión y su profundidad, lo cual también depende del grado de centralización en el que se encuentra a día de hoy el poder político y económico, la profundidad de las desigualdades sociales y de clase y el grado de interdependencia en el que se encuentra el sistema globalizado. Son estas las características que hacen de la crisis actual realmente la primera crisis mundial del sistema y la más grande de la historia del capitalismo. Para que fuera superada la anterior mayor crisis del sistema se necesitó de dos guerras mundiales, no tuvo la profundidad de ésta debido a que ni la concentración de Capital era tan grande como en la actualidad ni tampoco había avanzado tanto la interdependencia del funcionamiento del sistema. El intento de globalización del sistema en aquel entonces, fue disuelto rápidamente por las fuerzas centrífugas de los Estados-naciones conduciendo a guerras entre Estados. La historia nos enseña que las crisis «se superan» con el ataque de los fuertes a los pueblos. Y cuando este ataque encuentra sus límites, se intensifica el antagonismo en el interior de la élite y desemboca en guerras.
En su origen también esta crisis tiene las mismas causas que entonces. Es la naturaleza del sistema que cuanto más fuerte se vuelve, cuanto más avanza la concentración de riqueza en las manos de la clase económica dominante, tanto más crece su desequilibrio y explotan sus crisis. El problema no es la gestión del sistema, sino el propio sistema. Y para llegar al núcleo de la cuestión de las crisis, el problema es el propio Capital.
El Capital, más que algo material, es un proceso. Un proceso en el cual el dinero entra en movimiento buscando siempre más dinero. El beneficio, cada vez más beneficio, es el objetivo de todo el funcionamiento capitalista y proviene de la explotación humana. En consecuencia, todo la actividad capitalista es lucrativa. Las relaciones clasistas, las desigualdades, las divisiones sociales, son requisitos para la extracción de beneficios, para la misma existencia y reproducción del capitalismo. Y las consecuencias de estas relaciones son la pobreza y la exclusión social.
El periodo del gran crecimiento capitalista como el de después de la 2ª Guerra Mundial, y las altas tasas de desarrollo, dan cuerpo a la obligada expansión económica futura. El sistema está obligado a dar saltos de desarrollo constantemente, de sobrepasar cada año la tasa de desarrollo del año anterior para poder reproducirse sin serios problemas. Esto se traduce en la demanda de la clase dominante de tener cada vez más ganancias. Y requiere que existan siempre formas de inversión lucrativas. Las altas tasas de desarrollo dictan incluso unas cifras aun mayores que las que puede conquistar el Capital. Y esta necesidad del sistema plantea las bases de la crisis que vendrá a continuación. Por eso también me he referido personalmente al hecho de que el punto de partida de la crisis actual se encuentra en la llamada «época dorada del capitalismo» de los años de posguerra con el rápido desarrollo y crecimiento del sistema, con los grandes porcentajes de beneficios, con la gran concentración de las potencias económicas en la élite.
Las crisis son los límites del sistema en el bombeo de posibles beneficios para su reproducción. Y estos límites los encuentra ante la incapacidad del descubrimiento de tecnologías competitivas y ante la incapacidad de extensión territorial.
En la época después de la 2ª Guerra Mundial y mientras que Europa y los EEUU gozaban del «periodo dorado» del capitalismo, la explosión de las empresas multinacionales llegó como un resultado del equilibrio y de la centralización de potencias económicas en las empresas debido a los altos beneficios. Los beneficios de la explotación de la clase obrera. La necesidad de mantener las altas tasas de desarrollo «tropezó» con los problemas inherentes del sistema y el problema se intentó superar mediante su expansión territorial con el masivo ataque de préstamos a la periferia capitalista. La necesidad de expansión del sistema con la obligada sumisión de los países en régimen de endeudamiento a las multinacionales del dinero que en aquella época se hacían gigantes paralelamente a las grandes empresas del centro capitalista, se vio acompañada por una serie de operaciones violentas por parte del Capital. Fueron destruidas estructuras de producción, pueblos fueron expulsados de sus tierras, golpes de Estado abrieron el camino al Capital multinacional, guerras civiles fueron alimentadas. Los resultados de esta violencia fueron las superganancias que obtuvieron los grandes bancos y la élite económica de los préstamos, el enriquecimiento de una minoría de la élite nacional que apoyaba a la clase dominante del Capital, la pobreza, el hambre y la miseria eran las«ganancias»de pueblos enteros. Eran millones los desnutridos, los muertos por falta de alimentos, por falta de agua potable, por enfermedades. Un continente entero –África– fue destruido por completo, otro más –América Latina– vivió y todavía vive décadas de pobreza, quiebras, crisis, golpes de Estado políticos. Sin embargó vivió asimismo grandes momentos de insurrección y revolución.
En la naturaleza del sistema está la especulación, la codicia, el robo, el atraco. Está en su naturaleza la inmoralidad y la legitimación de cada práctica criminal para su reproducción. La superexplotación de personas y recursos naturales, la esclavización de sociedades, la exterminación de pueblos, la violencia, las guerras en el grado en que sirven al Capital y el beneficio como parte del juego capitalista. El capitalismo es un sistema profundamente violento y criminal por propia naturaleza.
El superendeudamiento de la periferia tuvo como resultado la quiebra de muchos países. El peligro de pérdidas de ganancias en los bancos trajo a la superficie la problemática del sistema. El capitalismo ya estaba en crisis, la cual se manifestaba en forma de estanflación9.
La causa [de ésta] fue detectado por el régimen «en el trabajo caro y los altos salarios que dispararon la inflación y minaron el desarrollo». La manifestación de la crisis en aquel momento marcó el comienzo del ataque neoliberal a los derechos laborales y a los salarios.
La necesidad de cada vez más ajustes desarrollistas, de cada vez más extensión capitalista se emprendió con la compresión de los costes laborales y el hinchamiento del capital financiero. Sin embargo ninguna de estas dos armas de la élite dieron soluciones determinantes. La reducción de los costes laborales reducía continuamente la capacidad de absorción de los productos producidos, y los títulos de inversión condujeron a la burbuja de la deuda mundial que hoy explota lista para llevarse por delante estructuras completas del sistema. Hasta el 2008 las acciones, los bonos, los préstamos y los derivados fueron durante años una fuente de enriquecimiento para la élite económica, además constituían una herramienta para el bombeo de ganancias desde el ámbito laboral y la acumulación de la riqueza social en las manos de los privilegiados, y legislaban desde la expectativa de ganancias futuras con una perspectiva construida a base de «desarrollo continuo en un imperecedero, sistema inmortal». A mediados de la década del 2000 el capital ficticio llegó a ser nueve veces mayor que el PIB, muchos bancos adquirieron activos que a menudo superaban por mucho el PIB de los países de dónde procedían. Esta superconcentración de capital ficticio que no es capaz de ser invertido, ha desencadenado que se manifestara la crisis así como su profundidad, incalculable incluso para los poderosos mismos. El conjunto de capitales obsoletos que deberán ser destruidos conllevarán seísmos aún mayores en el sistema y en las sociedades. Es decir, cada esfuerzo quehan hecho para superar la crisis ha conducido al sistema a una [crisis] más profunda.
Hoy la crisis es mucho más seria que nunca. La globalización neoliberal ha conquistado el sistema mundial pero también ha hecho a esta crisis mundial, ya que la avanzada interdependencia de los agentes del sistema ayuda a que los temblores de la crisis sean transmitidos más fácilmente de un sector del sistema a otro, de una esquina del mundo a otra. Por eso en la actualidad, una convulsión en una de las estructuras capitalistas puede operar de manera multiplicada como un peligro o incluso como el derrumbe de [otras] estructuras políticas y económicas.
La élite en colaboración con los Estados están llevando a cabo el mayor ataque hacia las sociedades para que se bombee la mayor cantidad de riqueza y de este modo la élite supranacional pueda reducir el coste que la crisis tiene para ella, trasladándolo hacia las bases sociales. Dentro de este objetivo puede ser mejor respondido cada movimiento de la élite político-económica en la actualidad: Desde el ataque especulativo organizado para el bombeo de beneficios desde la deuda europea y el euro –un terreno oportuno para obtener directamente grandes beneficios– hasta los planes fiscales de saneamiento y «salvación» de los países superendeudados, y la creación de mecanismos de apoyo a los Estados y al sistema bancario Europeo. Grecia ha resultado ser el primer experimento dentro de un proceso de países arruinados y embargados por los acreedores, los bancos y los grandes inversores. Fue la primera práctica en el proceso de creación del nuevo feudalismo supranacional al que me referí anteriormente.
Sólo que este modelo de Poder no constituye capitalismo. El capitalismo para reproducirse, como es ampliamente conocido, necesita una base social que consuma el producto producido. Y esta base social está siendo estrangulada por el mismo sistema en la actualidad. Para no hablar yo misma sobre lo obvio, sobre lo que toda persona puede fácilmente averiguar, utilizaré las palabras de un economista que sirve en la actualidad a la clase económica dominante, Nouriel Roubini:«…Los últimos dos/tres años teníamos un agravamiento, debido a que había una voluminosa redistribución de rentas desde elámbito laboral hacia el Capital, desde los salarios hacia los beneficios, ya que la desigualdad de los ingresos ha aumentado. De esta manera la redistribución de los ingresos y las riquezas hace aun peor la cuestión de la insuficiencia en la demanda…En algún punto el capitalismo puede autodestruirse. No puedes desviar ingresos del ámbito laboral hacia el Capital sin que tengas un excedente en la oferta y un déficit general en la demanda. Esto es lo que ha ocurrido. Creíamos que los mercados funcionaban. No funcionan. La empresa, a fin de sobrevivir y prosperar puede bajar los costes laborales cada vez más. No obstante los costes laborales son los ingresos y el consumo de algún otro. Es por esto que se trata de un proceso autodestructor». Entonces, ¿No perciben los patrones que están conduciendo a un camino sin salida? Creo que la élite económica lo percibe, solo que prefiere que el sistema llegue a sus límites. Prefiere ver como se destruyen, como mueren los pueblos, como se derrama sangre, como se destruyen países enteros antes de que se detenga esta violenta redistribución de riqueza en su beneficio. Lo perciben, pero es cierto que la sed de poder económico es salvaje e irracional. Lo único que puede detenerla es la reacción armada de los pueblos. De otra manera la crisis actual tendrá como resultado el enfrentamiento, ya que tarde o temprano cuando haya avanzado el proceso de eutanasia de los pueblos, la sin salida en la incapacidad del sistema de reproducirse traerá la violencia al interior de la élite económica supranacional, en la cual su ruptura constituye un hecho. El resultado de esta ruptura será la guerra.
El dilema al que tienen que enfrentarse hoy en día los pueblos es el siguiente: Revolución o muerte. Muerte por hambre, por frío, por enfermedad. Muerte debido a la guerra.
Lucha Revolucionaria y yo personalmente hemos respondido a este interrogante: Revolución.
Este juzgado así como la élite supranacional a la cual sirve responden con nuestro juicio y con nuestra condena: Muerte.
Nos condenáis a nosotros. Y al mismo tiempo condenáis también la lucha por la salida de la crisis. Nos condenáis a nosotros. Y al mismo tiempo condenáis la única elección de los pueblos para sobrevivir. Nos condenáis a nosotros y servís correctamente a vuestros grandes jefes. Nos condenáis para que se salve el sistema, para que los gobiernos y los rapaces de los mercados continúen con su obra criminal. Para contribuir al saqueo del país, al saqueo de la naturaleza, al saqueo del pueblo. Nos condenáis ayudando al proceso de eutanasia social. Nos condenáis para contribuir vosotros también a la formación del actual fascismo, luchando contra la perspectiva de la Revolución.
A lo largo de este juicio he defendido la acción de Lucha Revolucionaria y he desarrollado argumentos durante todo el proceso. Todas las objeciones que hicimos tenían un motivo político. De la manera en que se ha desarrollado este juicio, con nuestras intervenciones, ha quedado demostrado que era claramente un juicio político. Esto ha quedado registrado históricamente y ninguna acusación, ninguna decisión, ni ninguna fundamentación de este juzgado lo puede anular. Nosotros hemos escrito la historia con este juicio. Y es una historia política.
Hemos demostrado no sólo que la acusación, el juicio y la misma Ley «antiterrorista», sobre la cual os basáis para juzgarnos, tienen un origen político. Y esto sucede porque se trata de juzgar sujetos políticos, porque han de ser juzgadas prácticas y posiciones contrarias al régimen, acción y Discurso político. Hemos demostrado que también vosotros os encontráis en el estrado como seres políticos sirviendo a objetivos políticos. Hemos demostrado que toda la argumentación de vuestros legisladores está podrida. Dentro de este proceso la argumentación del régimen se ha derrumbado.
Mientras que en un principio erais contrarios a la formación de una lista de testigos de la acusación, tras nuestras presiones, basadas en argumentaciones válidas, admitisteis la falta de legitimidad de la sentencia y llamasteis a testigos que nosotros proponíamos.
Cada movimiento que realizamos durante la celebración del juicio, cada propuesta, objeción, intervención, cada palabra que dijimos, tenía un punto de partida y un objetivo político. Tenía que ver primero y principalmente con la fortificación de nuestra historia revolucionaria frente a los ataques de la jurisprudencia del régimen. Teníamos que confrontar las afirmaciones de que la acción de Lucha Revolucionaria era peligrosa para los ciudadanos, de que las acciones eran «ciegas», de que no existía protección para las personas ajenas a cada uno de los objetivos políticos. La organización siempre puso por delante la cuestión de la seguridad y estamos obligados a sostenerlo. Creo que esto también se ha demostrado durante el proceso judicial.
Nuestros planteamientos políticos consiguieron la inversión de roles dentro del juzgado. Nosotros, de ser acusados pasamos a ser acusadores. Acusadores del sistema político y económico, acusadores de la justicia clasista y de vuestro mismo juzgado. Dentro de todo este proceso demostramos quiénes son los verdaderos terroristas, criminales, asesinos. Quiénes son los enemigos de la sociedad. Lo son el Estado y la clase económica dirigente. A ellos sirve vuestra justicia. A ellos servís también vosotros ya que nos condenaréis como «terroristas», nos condenaréis por ataques contra objetivos como bancos, la bolsa, comisarías de policía, ministerios, juzgados. Vosotros caracterizáis todos estos objetivos como «organismos para el bien común». Pertenecéis a la indecente minoría de la sociedad que cree que estos organismos son «para el bien común», que existen y funcionan por el bien común y que un ataque contra ellos constituye «terrorismo».
En este juicio ha tenido lugar una combate político. Y nosotros hemos ganado este combate. Lo hemos ganado independientemente de la postura que mantenéis debido a nuestra ausencia, independientemente de la decisión que toméis. De todas maneras vuestra decisión será condenatoria por todo y esto lo hemos señalado repetidamente durante la celebración del proceso. No sólo será condenatoria, sino que la dureza de las penas será análoga a las dimensiones políticas que dimos al juicio. Será análoga al nivel con el que defendimos sin ninguna degradación, sin ninguna vacilación, sin ningún miedo, todas las acciones de la organización Lucha Revolucionaria. Las penas que nos impondréis serán una respuesta al hecho de que este combate lo hemos ganado nosotros.
Revivimos la historia de la organización en la sala judicial. Esto constituye una pena más grande. Defendimos una a una todas las acciones de la organización. Esto constituye una pena más grande. Confrontamos muchas veces vuestra razón. No aceptamos en ningún momento vuestro poder. Esto también constituye una pena más grande. Ni siquiera calculamos el tamaño de las penas que nos impondríais y por eso no medimos nuestras palabras, no nos rebajamos en nada, no escondimos nada y no nos escondimos. Y esto constituye una pena más grande.
Transformamos la sala de vuestro juzgado en un lugar de propaganda por la Revolución social. Conectamos la historia de Lucha Revolucionaria con el actual periodo político, hablamos de la historia moderna, de la lucha de clases, del sistema y de su violencia. Hablamos de la lucha. De la lucha armada, de la subversión del régimen. Hablamos de la única elección del pueblo. La Revolución social. Y a pesar del hecho de que el Estado y los Mass-Media intentaron aislar el juicio, nuestro discurso político ha traspasado los muros de silencio del régimen y ha viajado no sólo por Grecia, sino por muchos otros países del planeta.
Podríamos decir que no existió réplica. En esencia no teníamos adversario. Y por eso tendremos penas más grandes.
Os hemos dicho repetidamente que nos condenaréis por ser los «líderes» [de la organización] y en base a esta acusación podréis condenarnos por la autoría moral de las acciones. Nuestra postura política será usada por vosotros, lo sabemos de antemano, como alegato para la acusación de «líderes». Nuestros planteamientos políticos serán utilizados como «confesión de la participación en la organización» y sus acciones. ¿Cabía la posibilidad de que, debido a este esperado desarrollo, nos echáramos para atrás y no habláramos de la acción de Lucha Revolucionaria, que no diéramos a conocer la dimensión política, que no defendiéramos su plan y sus objetivos políticos?, ¿Cabía la posibilidad de quedarnos callados, siguiendo pasivamente durante el proceso judicial la anulación de la naturaleza política de la organización y de las acciones que realizó?, ¿Cabía la posibilidad de quedarnos callados en nombre de un trato «favorable» frente al cual se criminalizaría la acción de Lucha Revolucionaria y en consecuencia a nosotros mismos?
Asumimos la responsabilidad política sin que existan pruebas capaces de probar nuestra participación en Lucha Revolucionaria. Sabéis muy bien que asumí la responsabilidad política por elección y no debido a la encerrona de una insuperable acusación. Asumir la responsabilidad política en el grado de una libre elección política, independientemente de la acusación, tiene como extensión natural la defensa de las elecciones de lucha en las salas judiciales. Significa utilizar la represión para agudizar la radicalización de la lucha dentro de las cárceles, dentro de los juzgados. Asumir la responsabilidad política significa que no adoptas una posición defensiva, sino atacante frente al régimen. Significa que transformas un régimen de secuestro impuesto por el Estado en un arma contra el sistema.
Asumir la responsabilidad política es un compromiso de pelear hasta el final.
Sin cálculo, sin huida. Asumir la responsabilidad política significa que has dejado de lado tus intereses personales frente a los colectivos, frente al la lucha por la Revolución. Y esto, por sí solo, hace ridícula la contra argumentación del régimen sobre nuestra no politización. Porque, ¿Qué ser no político pone lo colectivo, el interés social por encima del personal, hipotecando toda su vida?
Como he dicho al principio de mi texto, no he sentido ni siento que deba rendir cuentas frente al Estado, frente al régimen, frente a vosotros. La represión, desde el momento en que no consigue doblegar a los luchadores, los hace más fuertes todavía. El momento de nuestra detención fue un momento decisivo para mí. Un compañero mío había caído muerto por el arma de un guardián del Estado. Siguió el golpe represivo a la organización en la cual participaba. Me arrestaron y me encarcelaron. Me mantuvieron estando embarazada de seis meses cinco días en las celdas de la «antiterrorista» con la luz encendida las 24 horas del día y con una multitud de secretas hablando sin parar fuera de la celda. Con el objetivo de que me fuera imposible conciliar el sueño.
¿Qué era lo que se pretendía? Extenuar física, mental y psicológicamente al detenido, para destruirlo moralmente de forma más fácil. En todos los traslados me tenían esposada a la espalda, cosa que cualquier embarazada sabe lo doloroso que es. ¿Si esperaba algún trato especial por estar embarazada? Claro que no. Estamos en guerra. Y en esta guerra sobran las sensibilidades. Sé que los perros del Estado son torturadores y asesinos. Y el hecho de que tienen sed de sangre –de nuestra sangre– se vio en la declaración de los maderos de la unidad DIAS10 a un compañero que fue golpeado durante una identificación en la comisaría, le avisaron sobre nosotros «nos alegramos cuando nos enteramos de que se han ido a la clandestinidad porque cuando les encontremos les vamos a tumbar». Lo que quieren decir es que nos van a asesinar. Y seguramente que esta declaración no se trate sólo de las intenciones de ese madero en concreto. Estamos en guerra. Y nuestra elección y postura política, representa un particular problema al Estado. Estamos en guerra. Y no fuimos nosotros los que empezamos esta guerra. La ha empezado el régimen al que servís y en el cual participáis activamente. Es la guerra social y de clase. Es la misma guerra a la cual se refirió una de las personas más ricas del mundo, el cual mediante la especulación financiera saqueó parte de la riqueza social, Warren Buffett, diciendo que «hay una guerra de clases. Pero es mi clase, la clase de los ricos, la que declara esta guerra y la que la gana». En la misma guerra que ha declarado Buffett y su clase participáis vosotros. Y os habéis pronunciado en el lado de los ricos. En la misma guerra nos hemos implicado nosotros intentando subvertir los términos en beneficio del proletariado. En beneficio de los pobres. Las elecciones de lucha que hemos hecho, nuestra postura, el hecho de que no nos callamos, nos convierte en objetivos. Y en esta guerra es seguro que mucha gente del entramado estatal nos querría muertos.
Vuestro régimen me obligó a parir en la cárcel. Puso a mi niño recién nacido en régimen de cautiverio. Cautiverio político. Le obligó a pasar los primeros momentos de su vida en vuestras prisiones. Allí habló por primera vez, allí caminó. Allí respiró el aire sucio de vuestras prisiones.
Estamos en guerra. Y en esta guerra mi niño fue y es vuestro objetivo. Nunca sentí que tuviera que adoptar una postura resignada frente al encierro. Nunca sentí que hice algo por lo que «debiera pagar». No fui en ningún momento una «presa manejable». No me ajusté a la condición en la que me puso vuestro régimen. Una condición que siempre pensé que era no sólo injusta –ya que yo me pronuncio a favor de lo Justo y no como mis adversarios– sino criminal. Era criminal debido a que la venganza del Estado se dirigía también contra mi niño. Y esto es algo que nos os perdonaré nunca, más que ninguna otra cosa. Estamos en guerra. Pero esta práctica de vuestra guerra es la más vergonzosa.
Asumir la responsabilidad política contenía también una libertad política dentro de las cárceles. La libertad de no aceptar las insensateces, las restricciones, las obligaciones de vuestro sistema «penitenciario», las cuales se hacían mucho más repugnantes, peligrosas y criminales cuando se imponían sobre mi niño. La libertad de asumir la responsabilidad política era para mí un arma para luchar contra el sistema de prisiones y para conquistar pequeñas y grandes victorias a diferentes niveles. Sin embargo ninguna concesión por parte del sistema puede aligerar vuestra posición frente al hecho de que mi niño pagó con muchos meses de cautiverio vuestro odio político contra mí.
Asumir la responsabilidad política, mi postura política, este texto, mi acción por una sociedad libre, es un coste impuesto también para mi niño. Para que no viva en un mundo de injusticia, en un mundo en el que reina el crimen del fuerte contra al débil. Y debido a que cada vez más en nuestros días se percibe que la búsqueda individualista de «una vida mejor» no tiene salida y que sólo colectivamente, como sociedad, subvertiremos la trayectoria destructora que nos imponen los soberanos, cambiar el mundo, hacer la Revolución, es nuestro mayor deber frente a nuestros hijos. Ésta es también la única herencia que puedo dejarle. Una herencia revolucionaria.
Para mí, la elección de la acción armada fue claramente una elección política. Podría decir que fue una decisión de maduración política tras un largo periodo de acción en el seno del amplio y multiforme movimiento anarquista. Lucha Revolucionaria fue un auténtico hijo del movimiento anarquista griego, hecho que ha quedado registrado históricamente tanto con la acción como con la teoría, con el Discurso que expuso.
Mi trayectoria de lucha hasta que me uní a Lucha Revolucionaria fue larga y multidimensional. Creo que no era simplemente una luchadora del movimiento anarquista que siguiera una corriente política, sino que participaba activamente en su formación y desarrollo. Por otra parte siempre fue muy profunda mi creencia en la importancia y la necesidad social del desarrollo de un movimiento subversivo fuerte que trajera la Revolución. Y desde siempre he pensado que para que un movimiento consiga poner la historia en una órbita revolucionaria, debe ser continuamente pionero incluso consigo mismo.
Desde que empezó mi acción en 1989, mi presencia activa en sucesos políticos fue continua. Mi vida se identificó con el movimiento anarquista, se identificó con la subversión del régimen y con la Revolución. Un momento determinante para mí fue mi detención junto con otros 22 compañeros por una pegada de carteles en el 91, mediante la cual denunciábamos el incendio por parte de la policía del rectorado de Politechneio [Universidad Politécnica] así como la invasión por parte de ésta del asilo universitario. En aquel entonces, en los calabozos de la policía secreta viví en mi propio pellejo la brutalidad estatal, además aquella detención terminó siendo la primera tortura grupal a detenidos políticos tras el fin de la Junta de Coroneles [dictadura]. Aquélla fue la primera vez que me dije a mí misma «estamos en guerra» contra el Estado. Y este pensamiento formó mi conciencia de lucha a gran nivel. La participación en el movimiento no es un juego de protesta, de discusión, de un modo alternativo de vida. La participación en el movimiento es un asunto muy serio.
Durante toda la década de los 90, década en la que el Estado y el Capital empezaron el violento ataque neoliberal contra la sociedad griega, se realizaron una larga lista de sucesos y acciones anarquistas en las cuales tuve una presencia activa. La ocupación de la U.Politécnica en el 90 en respuesta a la sentencia que declaraba inocente a Melista, [el madero] que asesinó a Michali Kaltesá11. La insurrección y la ocupación de la Politécnica del 95 que fue disuelta mediante la invasión [por parte de la policía] del asilo universitario y nuestra detención, la detención de 504 insurrectos. Manifestaciones y enfrentamientos con las fuerzas de represión como las que se realizaron durante las visitas de los dos presidentes americanos, la de Bush en el 91 y la de Clinton en el 99. Manifestaciones y enfrentamientos con las fuerzas de represión contra las medidas neoliberales en la educación (por ejemplo la Ley Arseni) y en el empleo (por ejemplo los profesores). Manifestaciones y enfrentamientos en contra de la guerra de la OTAN en la antigua Yugoslavia en el 99 así como la del Estado Americano y sus aliados en Iraq en el 2003, en contra de la cumbre de la Unión Europea en Tesalónica en 2003.
Naturalmente son incontables los grandes y pequeños sucesos que durante estos años los anarquistas creamos o determinamos con nuestra acción. También fueron bastantes nuestras acciones e intervenciones de solidaridad en resistencias sociales que se desarrollaban en aquella época, como la de los habitantes de Strimonikó que se oponían al establecimiento de una mina de oro en la zona por la multinacional TVX Gold.
Las elecciones de lucha que hice incluían cada herramienta y cada medio. Asambleas y eventos públicos, manifestaciones y ocupaciones, okupación de viviendas en las cuales he sido detenida y juzgada por participar. Al igual que también he sido detenida por mi acción solidaria con presos políticos.
Toda esta larga trayectoria de lucha fue una escuela política. Sin embargo la mayor escuela política para mí fue Lucha Revolucionaria. Como he dicho antes mi decisión de unirme a las filas de Lucha Revolucionaria fue una decisión de maduración política. Llegó como el resultado natural a tantos años de acción en una época en la cual cada año, cada día que pasaba, vivía el agravamiento de la guerra social y de clase del Estado y el Capital contra las bases sociales, contra los proletarios. La necesidad del desarrollo de la acción armada por parte de anarquistas fue dictada por el mismo desarrollo histórico de la guerra social y de clases.
Siempre creí que un movimiento subversivo debe desarrollar e impulsar la lucha armada. Sin embargo, en la época en la cual viví como persona políticamente activa, la falta de la acción armada revolucionaria tuvo como resultado un enorme e incompleto vacío que debía ser cubierto. Y esto debido a que debían darse respuestas fuertes ante el agravamiento de la guerra de los soberanos, tenía que cuestionarse fuertemente y de manera efectiva la omnipotencia de los poderosos, tenía que emprenderse la inversión del ambiente político que impulsaba en los proletarios el derrotismo y la renuncia. También debían de entrar de nuevo, la subversión del régimen y la Revolución social como una propuesta colectiva y social. Y en lo que se refiere a esto último, la acción armada siempre ofrece la oportunidad única de que los revolucionarios se comuniquen con muchas más personas ya que las acciones armadas consiguen traspasar los muros de la propaganda del régimen e impulsan la propuesta revolucionaria. Paralelamente tenían que introducirse los términos para la creación de un amplio movimiento político-social revolucionario que pudiera determinar el curso de la historia en beneficio de los proletarios y que planteara los términos del contraataque armado proletario para la subversión del régimen y la Revolución social. Y en esta dirección trabajó Lucha Revolucionaria, ya que su acción y su Discurso estaban conectados de forma inseparable a este objetivo. En mi opinión Lucha Revolucionaria no era simplemente una formación del movimiento subversivo. Fue en muchas ocasiones la voz del movimiento, la cual debíamos y debemos mejorar para conseguir la subversión, para conseguir la victoria, para que se haga realidad la Revolución.
Durante todo el proceso analizamos la razón política de cada acción que realizó Lucha Revolucionaria. Todas las acciones armadas de la organización se apoyaban sobre una base política. Tanto los objetivos como los golpes que se realizaron, a parte de que eran instituciones, símbolos y organismos del régimen que siempre tuvieron peso e importancia para los revolucionarios, fueron elegidos por su posición en un contexto político en concreto. Lucha Revolucionaria planteó primero vértice de la dirección política que seguiría,dicho vértice estaba determinado por las mismas prioridades que puso el Poder político-económico para impulsar su plan, para la intensificación de la explotación y la opresión a las bases sociales. Primero planteó el análisis para la fase histórica del sistema, su desarrollo y sus objetivos. Las elecciones de lucha, la acción, fue siempre el resultado de este análisis. En el primer periodo de la acción de la organización, el cual podríamos definir desde el 2003 al 2008, tenía como prioridad política la respuesta al dogma político-militar de los soberanos, a la guerra contra el «terrorismo», y la respuesta al ataque neoliberal que llevaba a cabo el Poder económico y político. El primer punto tenía que ver con la estrategia político-militar que aplicaba la élite económica en el marco de la globalización neoliberal. El segundo punto tenía que ver con su estrategia económica. Como Lucha Revolucionaria escribió característicamente en el primer comunicado, también las dos direcciones tenían como resultado la dimensión político-militar y la dimensión económica de la globalización neoliberal. Y las dos tendencias constituían intentos para el enfrentamiento de la crisis sistémica multidimensional que décadas antes ya se encontraba latente amenazando al sistema y se manifestaba dentro de sucesivas y continuas agitaciones económicas, las cuales sólo aparentemente eran «fragmentarias e independientes» entre ellas. El salvajismo del neoliberalismo, las guerras y los ataques militares, la intensificación de la violencia estatal en el interior de los países manifestada a través de los poderes policial y judicial, eran pliegues de una estrategia uniforme del sistema que concernía el enfrentamiento de su crisis y el aseguramiento de su supervivencia dentro de un polifacético intento de su extensión por todo el mundo mediante el uso de la violencia, el terrorismo, el saqueo y la muerte.
El periodo en el cual Lucha Revolucionaria comenzó, y todo el primer periodo de su acción, ha sido caracterizado históricamente por la élite económica como el periodo del «mayor desarrollo que hayan vivido las últimas generaciones». Naturalmente se refiere, a la acumulación de capital y la superconcentración de fuerzas económicas que una minoría del mundo consiguió mediante la globalización neoliberal. Se refiere a las ganancias generadas mediante el saqueo de la riqueza social y mediante la mayor redistribución de rentas que haya conocido hasta ese momento la humanidad. Se refiere al periodo en que la reducción de ganancias de la economía real condujo al inflamiento de capital financiero, a las sucesivas burbujas financieras, a un aumento del capital ficticio sin precedentes en la historia del capitalismo. Condujo al «desarrollo mediante el endeudamiento» y la explosión de los préstamos mundiales. Estos ejemplos trajeron el «mayor desarrollo de la historia» del Capital.
La mayor concentración de fuerzas económicas en manos de los ricos de la historia. En los años que precedieron, la élite económica consiguió «atar» a los pueblos mediante las deudas, privadas y públicas, y hoy en día en que la crisis sistémica ha adoptado su forma más salvaje y marginal, los mantiene en régimen de cautiverio y los estrangula.
Las elecciones que Lucha Revolucionaria hizo en la acción y los objetivos a atacar se decidían en base al momento histórico de Grecia. Sin embargo éste no podía verse de manera separada del conjunto de la trayectoria mundial del sistema, por eso siempre en los comunicados se analizaba el marco político-económico internacional en el cual estaba integrado.
Los ataques contra los juzgados de Evelpidon, los autobuses de antidisturbios en Petro Ralli, la comisaría de policía en Kalithea, se hicieron en respuesta a la lucha contra el «terrorismo» de la manera en que se manifestaba dentro del país con el agravamiento de la violencia policial, con la promulgación de las primeras leyes «antiterroristas» y el refuerzo del arsenal legislativo del Estado para enfrentar la lucha armada, con los ataques represivos contra organizaciones armadas y la detención de luchadores, con los encarcelamientos en las celdas blancas griegas12, con la formación de tribunales militares extraordinarios para presos políticos. Los primeros ataques de la organización, a parte de su carácter simbólico, consiguieron romper el clima contra el terrorismo que el Estado quería imponer en la sociedad explotando el ataque represivo contra 17N13 y las detenciones de luchadores por participación en ELA14. Aquella táctica de carácter victorioso del Estado frente a la lucha armada intentó por medio de la propaganda estatal, mostrar frente a nuestros enemigos de clase no sólo como una victoria contra la resistencia armada al régimen, sino además como una lápida para la perspectiva de subversión del régimen y de la Revolución.
Debo de hacer una referencia particular sobre el ataque a la comisaría de policía de Kalithea el 5 de Mayo del 2004. Este ataqué ocurrió en un periodo en que la campaña «antiterrorista» se encontraba en su apogeo internacional mientras que en Grecia se aproximaba la fecha de los juegos olímpicos. Esta acción fue catalogada por el aquel entonces gobierno de ND [Nea Dimokratía, Nueva Democracia] como una acción de «extrema traición» contra Grecia y sus intereses, porque socavaba la conducta normal de las luchas en las cuales tanto había invertido la clase política-económica local dominante. Lucha Revolucionaria sin embargo, había hablado extensamente por entonces del crimen que cometía la élite griega contra el pueblo con esta fiesta extracara, por la cual se impulsó la deuda a un nivel sin precedentes. Hoy en día, con la crisis de la deuda, la mayoría de los políticos del régimen hablan del «error de los juegos olímpicos». Naturalmente que éstos no se incluyen [a sí mismos] entre aquellos que estaban involucrados, entre los que pillaron una porción de las ganancias de este negocio que destruyó al país.
Voy a hacer un paréntesis para preguntar ¿Qué acción no política sería denominada por el Estado como «práctica de extrema traición»?
Uno de los resultados más directos de esa acción fue la caída de la bolsa en Hong Kong debido al gran miedo de la élite supranacional por la realización de ataques armados en Grecia en medio del periodo olímpico. Este hecho puso de manifiesto tanto la intensa inseguridad de la élite supranacional por el desarrollo de la lucha armada en un periodo muy sensible, como el alto grado de expansión de los resultados de la acción armada debido al avanzado nivel de interdependencia del sistema globalizado. Y también preguntar ¿Qué acción no política, por muy grave que sea, puede provocar la caída de los indicadores de la bolsa en un país lejano? Incluso suponiendo que en aquel periodo se diera un recrudecimiento de los homicidios en el país, nada de esto le interesaría a la élite, ninguna caída de la bolsa se hubiera manifestado ya que se trataría de prácticas no políticas que no estarían dirigidas contra el régimen. Durante la primera fase de la acción de Lucha Revolucionaria tuvo especial importancia el ataque contra la embajada americana, el líder político, militar y económico mundial. Este ataque, con su fuerte simbolismo político consiguió traer confusión a la cima del mecanismo estatal y hasta hoy constituye una página negra para la élite política griega. Para el pueblo, sin embargo, constituyó un ataque ejemplar contra un enemigo histórico del país, el cual fue el cabecilla para que se escribieran las páginas más negras de la historia de la posguerra griega. Hoy, casi seis años después, esta acción se mantiene particularmente oportuna.
Los EEUU como régimen político y económico persiguen encontrarse en la cima de la jerarquía del sistema mundial. En las metrópolis de EEUU se concentra la mayor parte del capital financiero. Wall Street constituye una zona cumbre de toma de decisiones para el sistema mundial, decisiones que no tienen sólo consecuencias económicas sino también políticas. Las empresas con mayores ganancias financieras residen allí, como la Goldman Sachs, la Morgan Stanley, la Citi, la J.P. Morgan así como incontables hedge funds que siempre en colaboración con los inversores nacionales y con el banco central de los EEUU, el Fed, utilizan la crisis mundial para la rápida y masiva redistribución de la riqueza mundial desde la base social hacia la cima, desde los pueblos hacia la élite supranacional. Desde allí y con el vehículo de los anteriormente citados organismos inversores empezó el gigantesco proyecto lucrativo de una gran parte de la élite económica supranacional, que tenía como objetivo la explotación de la crisis de los países europeos para la obtención de grandes beneficios. Se trata de un hecho histórico registrado y no forma parte de una teoría conspiratoria, sino que es el resultado de la misma crisis del sistema, de la búsqueda de salidas para la continua disminución de ganancias y para la necesidad de continua expansión del Capital.
Allí residen las más importantes y conocidas ya por todos como «Agencias de calificación», la Moody’s, la Fitch, la Standard & Poor’s que a veces directa y a veces indirectamente dirigen el Capital supranacional con sus movimientos y con los informes que sirven a los objetivos y los planes de las potencias económicas del mundo. Con sus conocidas valoraciones y sus parámetros de calificación [creditworthiness] de los Estados, determinan en gran nivel los desarrollos de la crisis de la deuda y el destino de los países superendeudados. En los EEUU se concentra en este momento la mayor parte del dinero que ha sido robado tras años de explotación para la inversión en las bolsas de valores.
A día de hoy con la crisis de la deuda en Europa y con gran parte de los capitales abandonando los países europeos, los EEUU y sus bolsas de valores consideran este periodo como un refugio relativamente seguro para sus especulaciones en todo el mundo. El dólar americano se mantiene como la principal moneda de intercambio para las materias primas y la principal reserva de moneda mundial.
Los EEUU persiguen poseer la mayor fuerza militar mundial, la cual será utilizada dentro de poco en nuevos ataques militares y nuevas guerras. Guerras mediante las cuales pretenden conservar su posición mundial pero principalmente la búsqueda de la salida a la crisis en términos militares.
Es sabido que la primacía de los EEUU está amenazada. La crisis traerá importantes cambios en las alineaciones de la estructura del sistema político-económico mundial. Sin embargo los EEUU es seguro que no van a dejar su posición en la jerarquía del sistema sin pelear. El desenlace de los conflictos interiores de la élite supranacional determinará la nueva arquitectura del sistema así como la jefatura del mismo.
El intento de atentado contra Giorgos Voulgarakis fue justo, socialmente hablando, no sólo por su papel institucional, sino por su papel registrado históricamente en la lista de escándalos que concernieron al país y al conjunto de la sociedad. Su papel en la guerra «antiterrorista», la manera en que fue promocionado en Grecia debido a su participación en el caso de las escuchas telefónicas y en el secuestro de inmigrantes pakistaníes en 2006, hechos que fueron decisivos. Y esto, para Lucha Revolucionaria superaba con creces a lo relacionado con su papel institucional. Más tarde se demostró que su carrera en el llamado régimen político era rica en fraudes económicos –unos «legales», otros «ilegales»– y robos de la riqueza social. Él mismo y su familia se enriquecieron explotando la presidencia ministerial y saqueando «legalmente» al pueblo. Estos son los políticos del régimen. Ladrones, chorizos, estafadores, criminales. Esto se ha convertido ahora en una constatación común. El llamado político del régimen, tanto como exista el Estado griego, se volverá continuamente el epicentro de escándalos, como el que hace poco se hizo público, en el cual junto con otros dos compañeros de trabajo habían formado un mecanismo para blanquear dinero mediante empresas offshore15.
Puede ser que el descubrimiento y la publicación de los escándalos sea el resultado de ataques competitivos mediante los que se devoran unos a otros en el interior de la élite político-económica, pero tienen su mérito ya que destapan el sucio papel de los agentes políticos. Papel que juegan todos los políticos del régimen por igual, tanto si se mueven dentro del marco legal del régimen como si lo violan, hecho que ya conoce muy bien la sociedad. Es por esto que el pueblo ha manifestado repetidamente de muchas formas que a los ladrones y a los estafadores, como Voulgarakis, quiere verlos destituidos, castigados realmente, verlos colgados en la plaza Syntagma, como se dice continuamente.
Los ataques contra el Ministerio de Economía y Empleo se hicieron para golpear la política del entonces gobierno de ND de intensificación del ataque neoliberal. El ataque al Ministerio de Empleo se realizó por la votación de ley que aboliría una serie de derechos laborales adquiridos como la jornada de ocho horas, y que impulsaría las relaciones laborales flexibles. Este ataque fue una respuesta a la guerra de clase que llevaba a cabo la élite político-económica contra el proletariado, fue una acción de solidaridad de clase. En el comunicado que se publicó, se hizo una extensa referencia a la gran deuda griega y a la austera política fiscal basada en la reducción de presupuestos que impulsaba el gobierno griego a propuesta de la élite política europea, así como también hacía referencia a la perspectiva de derrumbe debido al súper endeudamiento de la economía griega. En 2005 era visible un peligro de ese tipo y la economía griega se presentaba como [una economía] fuerte, sin embargo hoy este derrumbe es nuestro día a día. El ataque contra el Ministerio de Economía se realizó ante la votación de los presupuestos más duros hasta el momento, que paralelamente a las duras medidas neoliberales que había impuesto ND y la deuda del Estado griego, llevaban a cabo una gran redistribución de la riqueza de las bases a la cima social. En el comunicado que se publicó, se hizo referencia a la tendencia intrínseca del capitalismo hacia los desequilibrios y las crisis, se planteó cómo una crisis puede conducir a la especialmente vulnerable economía griega al derrumbe y cómo la participación en la zona euro no puede asegurar su supervivencia.
Lucha Revolucionaria, con las primeras acciones que realizó hizo pedazos la máscara del Estado-victorioso, mostró que el régimen no es invulnerable, dio una respuesta importante a la campaña «antiterrorista» y al ataque neoliberal. En un periodo en el que el neoliberalismo y la aceptación del Estado eran fuertes, Lucha Revolucionaria lo desafió duramente. En un periodo en que el sistema se mostraba omnipotente, Lucha Revolucionaria mostraba con la teoría y con la acción lo vulnerable, enfermo y peligroso que es para la mayoría social. En un periodo en que la democracia representativa neoliberal mostró su única y realista consecuencia, Lucha Revolucionaria revivió la creencia en la lucha armada y en la subversión del sistema, volvió a traer a primer plano la propuesta de lucha por la Revolución social.
La acción contra la comisaría de policía de Perissós se realizó como respuesta a la intensa represión que desató el Estado en el 2007 contra los estudiantes y luchadores insurrectos. Pero también como un mensaje de advertencia a la tendencia que estaba tomando el Ministerio de Orden Público [Ministerio del Interior], y concretamente el entonces Ministro Polídoras, frente a la represión, la cual podría incluir hasta los asesinatos a sangre fría. El asesinato de Aléxandros Griogorópoulos fue para nosotros el resultado que se esperaba del desarrollo de la política represiva. Lucha Revolucionaria lo había señalado y se había comprometido a responder ante ello. El ataque contra los antidisturbios que custodiaban el Ministerio de Cultura sucedió principalmente como una respuesta al asesinato Estatal de Aléxandros Grigorópoulos. La organización tenía el deber histórico de realizar esta acción.
Sin embargo apenas habíamos entrado en el periodo en el que se manifestaba el punto de no retorno de la crisis del sistema, cosa que Lucha Revolucionaria sabía y había registrado hacía tiempo, esta acción, la cual ocurrió al final de una época tanto para la sociedad como para la misma organización y su estrategia, fue un mensaje para las oportunidades que la crisis abriría a los revolucionarios si se aprovechaba adecuadamente. Era un mensaje de que se acercaba la época para que el proletariado se armase y organizara su resistencia. Y esto constituía un segundo deber histórico de Lucha Revolucionaria, el cual dictó el carácter de aquella acción así como también el modo en el cual sucedió.
El ataque al Ministerio de Cultura, como dije antes, sucedió en un punto de inflexión histórico para Lucha Revolucionaria. La organización dejaría atrás los ataques simbólicos, los cuales tanto por la crisis como por la esperada deslegitimación social del régimen se volvían inadecuados, también adaptaría su estrategia bajo los requisitos que surgían de las nuevas condiciones. Diagnosticamos que en este nuevo periodo el sistema entraría en su fase más extrema, que toda la podredumbre que tantos años escondió saldría a la superficie, que la aceptación social al régimen sería abolida por la misma crisis y su profundidad. Lucha Revolucionaria eligió revalorizar su acción con golpes desestabilizadores a estructuras, organismos e instituciones, contribuyendo así al desequilibrio del sistema. Si Grecia era el eslabón débil de la Eurozona como decían continuamente desde la élite supranacional, una organización revolucionaria armada debía aprovechar esta situación, contribuyendo en el proceso de fractura de este eslabón, impulsando la ruptura entre los aliados de la élite, impulsando el derrumbe del funcionamiento económico y político en el interior del país. Porque sabíamos que la estabilidad del sistema se rompería recayendo todo su peso en las bases sociales.
Pero también sabíamos que una quiebra incontrolada de Grecia encendería insurrecciones y procesos revolucionarios no sólo en Grecia, sino también en otros países de Europa, y de la misma manera se multiplicarían los temblores en la estructura de poder europea.
Los ataques a la Bolsa, el intento de atentado contra las oficinas centrales del Citibank y el ataque contra las sucursales de ese mismo banco y del Eurobank estaban conectados al mismo plan, del cual he hablado de manera analítica al principio del texto.
El ataque contra la Bolsa fue y continúa siendo una respuesta significativa al capital financiero supranacional, el cual en este momento posee un papel principal en el sistema mundial. En la Bolsa griega hoy en día mientras que cientos de billones de euros se han «inmaterializado» últimamente debido a la crisis –capitales que provienen de largos años de explotación a trabajadores desde las empresas que salieron a la bolsa, las cuales, también han encontrado un refugio seguro en bancos e inversiones en el extranjero– el capital financiero supranacional vuelve en forma de inversiones a corto plazo de alto riesgo. Con los bancos de inversiones extranjeros y los hedge funds se realizan invasiones lucrativas con un agresivo comercio de acciones, utilizando la oportunidad que ofrece la quiebra griega. Por medio de la Bolsa se intensifica el traspaso de la riqueza social de abajo hacia arriba mediante una absorción definitiva de las empresas griegas. Y en este juego, naturalmente, participan, y continuamente son los cabecillas, todos los grandes empresarios griegos, que una vez que han sacado su dinero fuera de Grecia, esperan ganancias de las empresas que se encuentran colapsadas.
Un ataque contra el Citibank era y es un ataque contra un gran pilar del sistema financiero mundial, a parte del hecho de que debido a la crisis ha perdido su supremacía mundial. Su madre, el Citigroup se incluye entre los diez mayores bancos de inversión de EEUU y representa los intereses de una parte importante de la élite supranacional. En relación a su papel en la crisis de la deuda griega es sabido que este banco, al igual que todos los grandes bancos, contribuyó a la creación de la burbuja de la deuda griega con la cual se lucraron durante años obteniendo grandes beneficios, y desde el final del 2009 malvendieron todos los bonos del tesoro de la periferia europea que mantenían, ayudando de esta manera a la inyección de deuda en muchos países. También bancos americanos, han comprado billones en fondos de seguridad (CDS)16 de países de la periferia europea. Y debido a que el FMI y su comisario en Grecia, Paul Thomsen, trabaja para el sistema financiero americano, impulsó el conocido recorte de la deuda griega (PSI) y presiona asimismo para el próximo [recorte] con el objetivo de asegurar que no se activen las primas de riesgo y sean los bancos americanos los obligados a hacerse cargo de los pagos. Los bancos de Wall Street están comprometidos con 2,7 trillones en la deuda europea y esta situación determina el desarrollo de las gestiones de la crisis de la deuda. Sin embargo, como he dicho anteriormente, el objetivo de los mecanismos de «ayuda», no es ni tampoco va a ser el «rescate» del país, sino el asegurar los intereses de estos sectores de la élite supranacional así como impulsar los intereses de los colosos financieros. Sobre este antagonismo se basa el tipo de endeudamiento que se impone, el cual también deberá ser lo más sencillo posible para la élite económica supranacional.
Aunque he expuesto dentro del juicio ésta al igual que todas las acciones de Lucha Revolucionaria, no puedo dejar de hacer referencia a una parte del comunicado que se publicó tras el intento de atentado que muestra el grado en que consiguió diagnosticar Lucha Revolucionaria muchos de estos desarrollos significativos. En aquel comunicado, en Marzo del 2009, se hizo una extensa referencia a la crisis de la deuda que se manifestaría a continuación así como a los ataques especulativos de empresas inversoras como el Citibank, un año antes de que ésta estallara:
«Los criminales que lideran los mercados monetarios internacionales ya han empezado su gran embestida especulativa al mercado de la deuda, ya que las apuestas por el derrumbe de varios países se encuentran en la cima de las preferencias del mercado, mientras que Citibank ha empezado una agresiva táctica de ganancias con los bonos del tesoro griegos. Los rendimientos para el Capital serán grandes, pero dentro de poco veremos muchos países quebrarse bajo el peso de la deuda, la presión política para un mayor ajuste neoliberal pero también para un mayor lucro.
El gobierno de Nueva Democracia está dispuesto a aceptar sin inmutarse cada condición que ponga el gran Capital, aunque sea insostenible, impondrá a fuego y hierro incluso las órdenes neoliberales más extremas que el mercado y los aliados políticos que le sirven, como la UE, le indican y hará sangrar a la sociedad griega decidido a ser consecuente con sus deudas frente a sus acreedores».
Estos extractos son en esencia un resumen del memorándum que se impondría un año después por la troika y describe el camino que debe seguir cada gobierno. Incluso la frase de «harán sangrar a la sociedad griega» es la misma que se escuchaba continuamente a Papandreou durante el primer periodo de la subordinación del país a la dominación de la troika, sigue y seguirá siendo usada por el poder político.
Aquí voy a hacer un paréntesis para preguntar algo, ¿Dónde ha ocurrido que seres no políticos analicen, incluso que anticipen desarrollos políticos?, ¿Qué reflexión no política puede elaborar, analizar y registrar, no sólo los hechos políticos y económicos que están sucediendo, sino los que pueden llegar a suceder?,Y, si este discurso no está relacionado con una praxis política, ¿Con qué está relacionado entonces? Las mismas elecciones en la acción de Lucha Revolucionaria así como su discurso político hacen ridículas las afirmaciones sobre la no politización de la organización y sus miembros.
A continuación, en ese mismo comunicado, se predice el camino sin salida en la gestión de la crisis de la deuda por parte de las fuerzas de la dominación política dentro del marco estatal mientras que hace referencia a que sólo desde una base social revolucionaria puede darse una solución real: «La voluntad política para que una sociedad se deshaga del yugo de la deuda, no sólo porque no lo aguanta, sino porque no lo quiere, está unida a la decisión de contraponerse al conjunto del poder político, a la decisión de entrar en ruptura con el sistema político-económico, a la decisión de subvertir el régimen que la mantiene esclava».
Ya hemos mencionado la declaración de los agentes gubernamentales durante nuestra detención, la cual decía que «un gran ataque terminaría con la economía en unas horas». Es una corroboración que no sólo refuta la afirmación del juzgado de la «efectividad» de la acción armada especialmente en nuestra época –afirmación sobre la que se basó el razonamiento de la dimensión no política de la acción de Lucha Revolucionaria por parte del fiscal– sino que constituye también la declaración de la susceptible, de la dramática posición en la que se encuentran hoy los poderosos, los cuales andan sobre un terreno en el que acecha el peligro de derrumbe, el peligro de encontrarse destituidos y perseguidos más que cualquier otra vez en la historia actual del sistema. Era una declaración sobre que su derrocamiento es sencillo, sobre que la perspectiva revolucionaria no es una utopía.
Lucha Revolucionaria se creó con el objetivo exclusivo de impulsar por medio de la acción armada la cuestión de la Revolución social. Éste es el único objetivo de la acción de la organización, ya que en esencia ésta fue una herramienta que fue utilizada en esa dirección. Por otra parte para nosotros ni Lucha Revolucionaria, ni la acción armada ampliamente, fueron nunca un objetivo en sí mismos. Al igual que ninguna forma de acción es el objetivo en sí misma. El único objetivo es la Revolución. Y las acciones que no tienen ésta como objetivo, para mí no es que simplemente sean inútiles, sino también políticamente dañinas.
El mismo objetivo perseguía también la postura política que mantuvimos tras nuestras detenciones. Es decir, tanto el que asumiéramos la responsabilidad política como nuestra posición política durante la duración de nuestro encarcelamiento y tras nuestra puesta en libertad de manera temporal, estaba integrada en la obtención de ese objetivo.
Ninguna postura ni forma de lucha tiene valor para los revolucionarios cuando no tiene como punto de partida y objetivo, o no contiene en su núcleo el apoyo al proceso revolucionario. Con ese razonamiento la organización adoptó su nombre. Con ese objetivo marchó y creo que sirvió con seriedad y responsabilidad a esta hipótesis.
Pero, ¿Qué queremos decir cuando hablamos de Revolución?
A las personas que han vivido los últimos siglos esclavizados por el régimen capitalista les resulta difícil o les es todavía imposible imaginarse su vida fuera del sistema político-económico existente. Les es imposible imaginar que pueda existir una sociedad sin estructuras de poder organizadas, sin jerarquía social. Les es difícil imaginar que puede funcionar un modelo social sin divisiones, sin opresión y explotación, sin poderes, sin patrones ni esclavos. Igual de difícil, si no imposible, creo que debe de ser también para este juzgado.
El problema del impacto social que tiene la cuestión revolucionaria en nuestros días, se fundamenta a gran nivel en el silenciamiento de los revolucionarios por la propaganda estatal. Y una de las soluciones que ofrece la acción armada es la anulación de este silenciamiento, ya que un ataque significativo y crucial puede contribuir a que el discurso revolucionario viaje muy lejos.
El gran grado de aceptación social del modelo capitalista y de sus valores en las últimas décadas de los ataques neoliberales –valores que se basan en la búsqueda del éxito y la riqueza por cualquier medio, la aceptación de la escalada social por medio del pisoteo al débil como un proceso natural, la demostración de competencia económica y, más ampliamente social, como el objetivo en sí mismo de cada interacción humana– han conducido a su institucionalización, a que se institucionalicen y a que echen raíces en las sociedades las características más podridas y más mezquinas que puede adquirir el humano. Un humano enajenado por la misma mentalidad del régimen, la cual es promovida por todas las instituciones políticas y económicas del sistema sin excepción. Por eso también, la objeción que se expresa normalmente frente a la propuesta del cambio revolucionario proviene de los que han consolidado la moral estatal y definen la sociedad revolucionaria como una utopía debido a que requiere la existencia de «personas perfectas». Proviene de los que han convencido de que las superioridades, la explotación, la opresión y la violencia que esta condición supone, son situaciones «naturales» y por eso es imposible cambiarlas.
La postura revolucionaria, sin embargo, cree que la revocación de las instituciones que impulsan e imponen continuamente con la violencia estas relaciones sociales, así como la creación de nuevas estructuras económicas y políticas de organización de la sociedad revolucionaria significará el fin del humano enajenado. Humanos perfectos no existen. Sin embargo existen humanos libres y humanos esclavizados. Es natural que tras largos años de régimen de esclavitud se destruyan las características más sanas de las personas y las sociedades. La única manera de que alguien las conserve viviendo dentro del sistema existente es luchando contra el régimen del trabajo y la esclavitud. Es luchando por la subversión del sistema, por la Revolución.
Lucha Revolucionaria desde el inicio de su acción ha dicho lo que quiere decir con Revolución. Hemos hablado repetidas veces de esta cuestión desde dentro de la cárcel. Diría que especialmente en nuestra época en donde es requerida por otros la intensificación de los intentos de apoyo a la cuestión revolucionaria, se requiere la mención continua a la cuestión de la formación social revolucionaria. Este punto destacado para la acción y el discurso revolucionario, nosotros, como Lucha Revolucionaria y como miembros desde dentro y fuera de la cárcel lo planteábamos, lo analizábamos y lo discutíamos continuamente.
Una Revolución social en principio requiere de la abolición de todo el funcionamiento del sistema, todas las instituciones que regulan e imponen la desigualdad, la explotación, las divisiones, la dominación. Requiere de la abolición del Estado y de cada institución conectada a él. Requiere la inmediata abolición de todo el funcionamiento capitalista, de la explotación de la economía de mercado. Requiere de la expropiación de las grandes propiedades y el traspaso del conjunto de la riqueza social a la base social. La expropiación y socialización de las fábricas y las grandes empresas de las cuales serán responsables los Consejos obreros. Requiere de la expropiación de la tierra que posee el Estado, la iglesia, las grandes empresas y los ricos para su colectivización.
Requiere de la socialización del funcionamiento de todos los bienes comunes: Educación, salud, transporte, energía, abastecimiento de agua, comunicación…Todo debe de pasar íntegramente por las manos de la sociedad. Requiere de la socialización de todos los medios de información.
Requiere de la creación de un nuevo modelo de producción económico que estará basado en la colectividad y la equivalente participación de los trabajadores. Sin jerarquía, sin patrones, sin desigualdades en los ingresos, sin explotadores ni explotados.
El núcleo de una sociedad revolucionaria será la Comuna o la Comunidad. Ésta será el centro en el cual la Asamblea, el órgano colectivo de toma de decisiones, se hará cargo de todas las decisiones para la organización a nivel económico, político y social. La Comuna o la Comunidad decidirá que se producirá y cómo se dispondrá. Fuera de toda lógica del beneficio que se identifica con el modelo capitalista, el fundamento del funcionamiento social y la producción será el cubrir las necesidades sociales en equivalentes y justas condiciones para todos. Cada lugar, cada región podrá producir dependiendo de las particularidades naturales de que disponga, asegurando de esta manera también la vuelta al perdido equilibrio natural. Porque la Revolución es, a diferencia de todo lo demás, la única respuesta realista a la destrucción del medio ambiente, la cual ha sido producida en su mayor parte tras largos años de intensiva explotación capitalista de los recursos naturales del planeta.
La coordinación a nivel nacional e internacional se hará por medio de las Confederaciones, las cuales constituirán el centro de encuentro de todas las Asambleas revolucionarias.
La reunificación de la esfera político-económica en la sociedad es una de las cuestiones centrales de una sociedad revolucionaria. La Comuna o la Comunidad serán los espacios de esa reunificación.
Debido a que una sociedad revolucionaria es una sociedad de igualdad económica y libertad política para todas las personas, sin divisiones sociales o clasistas, ricos ni pobres, sin explotadores y explotados, todo esto constituye una verdadera pesadilla para cualquier tipo de poderoso ya que sabe que se le despojará de sus privilegios y se expropiará su riqueza.
Nunca en la historia de la humanidad las clases privilegiadas abandonaron por propia voluntad sus privilegios. Nunca en la historia, ninguna clase dominante renegó de su puesto en la jerarquía del régimen. Incluso algunos regímenes que entraron en decadencia y se pudrieron, no abdicaron por sí mismos sino que se derrumbaron debido a los golpes violentos de las sociedades, debido a las insurrecciones, a las revoluciones. Por esto también la revolución sólo puede ser un violento asalto del proletariado armado contra el poder organizado y sus organismos. Sólo puede tratarse del contraataque armado de clase.
Hoy en día, el periodo de la mayor crisis del sistema capitalista, hoy en día en que se demuestra en sectores cada vez más amplios de la sociedad que este sistema es destructor, enfermo, podrido, que es un sistema que asesina al pueblo, que en vez de conducir a la prosperidad lleva al holocausto social, a catástrofes, a guerras, la oportunidad pero también la necesidad urgente de Revolución es más grande que en cualquier otro momento. Porque el sistema ha tocado –si no los ha pasado ya– sus límites y por ello se volverá cada vez más violento, cada vez más inhumano, cada vez más destructor.
Una salida realista a la crisis no existe, y esto lo saben la multitud de analistas económicos del régimen. Lo saben los «mercados», es decir, las élites, lo saben los gobiernos. Lo único que pretenden conseguir con las medidas que toman es prolongar la vida de un sistema enfermo. Y esto lo hacen transfiriendo los daños causados por la crisis a las bases sociales y transmitiendo a las espaldas de las siguientes generaciones el coste de la devolución de los cientos de trillones de deuda que ha acumulado la tesorería de la élite supranacional y el coste incalculable de la salvación del sistema.
Saben que no hay salida, sus declaraciones sin embargo admiten el fracaso del sistema. Pero también saben que todavía no hemos visto la expresión más dura de la crisis.
En realidad, la propuesta revolucionaria constituye hoy la única solución realista para la salida de la crisis. Para que pasen al pasado y a la historia todas las crisis. Y es la única propuesta realista porque la salida de ella requiere de una linea de medidas, que sólo con la Revolución pueden aplicarse. Requiere de la completa negación al pago de la deuda, movimiento que sólo mediante los revolucionarios ha sido alcanzado históricamente. La salida de la Unión Europea, la salida de la economía de mercado, la abolición del sistema capitalista y del Capital que son los verdaderos causantes de las crisis. La reinaguración de la vida política y económica del país con nuevas bases revolucionarias.
La única salida realista a la crisis es que dejemos definitivamente tras nosotros este sistema basado en las divisiones. Divisiones de clase, sociales, nacionales, raciales, religiosas. Que dejemos definitivamente tras nosotros cada forma de dominación. Que creemos una sociedad de personas libres.
Por esto luchaba Lucha Revolucionaria. Por esto luchamos.
VIVA LUCHA REVOLUCIONARIA
VIVA LA REVOLUCIÓN SOCIAL
HONOR POR SIEMPRE AL COMPAÑERO LAMBROS FOUNDAS
Hasta la victoria final
Pola Roupa, Diciembre 2012
1Unión Económica y Monetaria de la UE.
2 Fondos Buitre:Es un fondo de capital de riesgo o fondo de inversión libre, el cual invierte en la deuda pública de una entidad que se considera débil o cercana a la quiebra. El modus operandi de estos fondos consiste simplemente en comprar en el mercado deuda de Estados o empresas al borde de la quiebra, normalmente al 20 ó 30% de su valor nominal y luego pleitear por el pago del 100% de este valor. En otras palabras mediante la especulación financiera los fondos buitre compran títulos de deuda de los países en desgracia a precio basura para luego litigar en los fueros internacionales e intentar cobrar la totalidad del valor de esos bonos.
3 Fondo de inversión libre o Fondo de cobertura:Fondos cuyo objetivo es la máxima rentabilidad y cuyo riesgo expuesto sera igual o menor al del mercado en general,por lo cual se emplean técnicas de cobertura. estos fondos son gestionados por sociedades profesionales que se enriquecen mediante la gestión de los mismos, los mínimos de inversión son muy elevados por lo que están reservados a una minoría, debido a sus particularidades se encuentran bajo una mínima regulación.
4 Se refiere a los escándalos que tuvieron lugar en torno a la familia Papandreou cuando salió a la luz que debido a que tenían asegurados los bonos del Estado que poseían mediante empresas privadas (CDS), no se verían afectados por los altibajos de la Bolsa ni tampoco por la quiebra del país. Mediante la compra y la especulación con los bonos del Estado griego la familia obtuvo grandes beneficios.
5 Spreads: Prima de riesgo, sobreprecio que exigen los inversores por comprar la deuda de un país frente a l alemana cuyo precio se utiliza como referencia. Se puede explicar como la cantidad de dinero necesaria para que los compradores olviden el riesgo que conlleva entrar en la deuda de los países con problemas de déficit público o escaso crecimiento.
6Se trata del caso conocido como el caso de los bonos estructurados, difundido por los Mass-Media como un escándalo de corrupción, durante el periodo de 2005-2007 en el cual se produjo la compra de bonos en el mercado de inversión extranjeros mediante dinero proveniente de la reserva de los fondos de pensiones griegos. Según la investigación llevada a cabo por el Congreso, se llegarían a gastar hasta 1,8 billones de euros provenientes de los fondos de pensiones.
7PSI se refiere a la participación del sector privado en los proyectos del gobierno.
8 Georgios Tsolakoglu (Γεώργιος Τσολάκογλου) militar y político griego, fue primer ministro en el Gobierno griego colaboracionista con el Tercer Reich durante la ocupación alemana de Grecia en la Segunda Guerra Mundial.
9 La estanflación indica el momento o coyuntura económica en que, dentro de una situación inflacionaria, se produce un estancamiento de la economía y el ritmo de la inflación no cede. Combina los términos «recesión» (o estancamiento) e «inflación»; es la situación económica que indica la simultaneidad del alza de precios, el aumento del desempleo y el estancamiento económico, entrando en una crisis o incluso recesión.
10Grupo motorizado de accion rápida de la Policía Griega. Su creación se remonta al 2009 tras las revueltas del 2008.
11Joven de 15 años asesinado por la policía durante la manifestación del 17 de Noviembre de 1985 que recuerda la entrada del ejército de la Junta a la Universidad Politécnica.
12 Se refiere a celdas de aislamiento, utilizadas principalmente para la represión de presos políticos.
1317N: Organización revolucionaria que actuó desde el año 1973 al 2002. Idiológicamente su tendencia es Marxista-Leninista y antimperialista. Realizaron en torno a los 100 ataques y sus objetivos abarcaban desde políticos griegos, diplomáticos americanos, a fuerzas policiales, periodistas, torturadores y antiguos cargos de la dictadura, así como empresas multinacionales, e instituciones públicas.
14ELA (Epanastatikos Laïkos Agonas: Lucha popular revolucionaria):Organización revolucionaria cuya actuación se sitúa aproximadamente desde 1974 a 1994. De tendencia antiimprerialista y antiamericana. Sus acciones enmarcan desde ataques a cuerpos diplomáticos de EE.UU y Israel, edificios públicos, comisarias, torturadores, instituciones públicas etc.
15 En el ámbito financiero se utiliza para referirse a empresas creadas en centros financieros con un nivel impositivo muy bajo (paraísos fiscales). Estas empresas son usadas para ocultar el propietario o beneficiario de determinados bienes, por varios motivos (blanqueo de dinero, ocultación de propiedades,etc.). También se utiliza como sinónimo de paraíso fiscal.
16 Una permuta de incumplimiento crediticio (también conocida por su término en inglés, credit default swap o CDS). Se trata de seguros que el inversor puede efectuar en sus compras de acciones o bonos de manera que en caso de quiebra o caída del valor de la acción o bono el propietario siempre percibirá su coste inicial.