Declaración de Nikos Romanos en el juzgado especial de la cárcel de Koridallós

Declaración de Nikos Romanos en el juzgado especial por los atracos de Filotas (pueblo cerca de Florina) y Pyrgetos (pueblo cerca de Larisa), el choque armado en Pefki y los hallazgos en las redadas en casas de Volos y Kalithea (barrio ateniense).

El objetivo de esta declaración es dejar claras las intenciones sobre vosotros y vuestro tribunal.

Las acciones que no se combinan con palabras para que quede claro el significado de su contenido conducen a la confusión, mientras que las palabras que no van acompañadas de acciones tienen el significado vacío de una neutralidad parloteadora.

Yo me encuentro aquí como vuestro enemigo declarado y no arrepentido, no mendigo vuestra indulgencia, no busco el diálogo con vosotros ni con vuestros semejantes. Mis valores se encuentran en guerra con los vuestros, por eso, cada frase que pronuncio en vuestra contra es una navaja que raja las máscaras de vuestra hipocresía y deja clara la posición y el papel de cada uno de nosotros.

Añadís cientos de páginas de expedientes y abrís continuamente nuevos casos para enterrarnos decenas de años en las cárceles de vuestra democracia.

Os preparáis para imponernos “condiciones especiales de encierro” que es el único golpe jurídico que faltaba del panteón de los “tratamientos especiales” (traslados, juzgados, legislaciones) que realizáis para combatirnos.

Las leyes simples de la física dicen que la consecuencia de la acción es la reacción.

Fuera de esta sala judicial, en lugares libres, existen personas que se rebelan, compañerxs para mí, terroristas para vosotros, que no van a tolerar nuestra exterminación sin antes haceros sangrar así como a vuestros jefes políticos.

Si queréis, os lo podéis tomar como una amenaza.

Yo creo que es la cínica realidad. Cada elección tiene su precio. Me imagino que como jueces y siervos de la ley estaréis de acuerdo conmigo en esto.

Pero, echemos una rápida mirada a vuestro admirable mundo. Nos encontramos en la época de la velocidad. Todo se mueve rápido creando continuamente condiciones de emergencia. La velocidad del tiempo histórico ya se ha descarrilado, la información y las noticias viajan en fracciones de segundo, la tecnología y la ciencia progresan a ritmos agigantados.

Junto a esto, las contradicciones de la civilización contemporánea estallan cada vez con más frecuencia. Decenas de incendios se prenden en ciudades en las que todo parecía tranquilo, amenazando con esparcir el caos en el orden organizado del sistema.

Acontecimientos como estos crean condiciones que nos sirven. Construimos puentes de comunicación con personas tras las barricadas para que las acciones de violencia se vuelvan parte de un contexto político más específico abriendo, así, la perspectiva de su paso al combate por la revolución anarquista.

Ahí donde la ira se combina con la conciencia.

Ahí donde se encuentran las personas a las que la llama de la libertad les quema las entrañas.

Es allí donde se encuentran también las huellas de mi propia revuelta.

Anarquista, porque es enemiga de toda autoridad reproducida por el ser humano, permanente, porque no tiene como objetivo la reforma, sino la destrucción, existencial porque, a través de la revuelta, se exteriorizan todos esos bellos sentimientos que queremos que se extiendan en los corazones de los insurrectos.

Por supuesto, la calidad de vida se mide en instantes y sentimientos.

En base a esta descripción esquemática, entendéis que no hay forma de parar lo inevitable. El choque de nuestros mundos.

Por eso, declaraciones como esta tienen justo este objetivo, mandar un mensaje claro.

Vosotros no podéis doblegarnos, no podéis parar la tormenta que se acerca.

Los tiempos requieren reflexión, cuidado y lucha continua con todos los medios.

¡Ni un paso atrás!

Más violencia contra el Estado y el Capital.

Fuerza a los guerrillerxs anarquistas en busca Nikos Maziotis y Pola Roupa.

Fuerza a todxs lxs compas que están en la clandestinidad.

¡Métanse el dinero de la recompensa por el culo!*

¡Viva la anarquía!

Nikos Romanos
03/02/14

* El ministro de orden público anunció, a finales de enero, que ofrecería cuatro millones de euros de recompensa a quien diera pistas del paradero de Christodoulos Xiros (miembro de la organización de guerrilla marxista-leninista 17N en fuga), Nikos Maziotis, Pola Roupa y las dos personas que ejecutaron a los dos neonazis de Amanecer Dorado el 1 de noviembre de 2013.

Declaración de Yannis Michailidis en el juzgado especial de la cárcel de Koridallos

Enfrentándome al entramado policial-judicial como enemigo declarado de la democracia capitalista… Desarmado por los órganos del orden, pero decidido a armar mis palabras en su contra…

En esta obra teatral de pacotilla llamada juicio, los jueces como miserables teatreros se esfuerzan en ocultar la crudeza de la violenta imposición del Poder estatal. La decisión democrática de una condena de muchos años en las infernales penitenciarías se presenta como producto de diálogo en el que participa incluso el acusado. El Poder limpia la sangre con suposiciones de Derecho, humanidad, indulgencia o, a lo peor, de necesidad. Y el discurso del Poder se articula en el código penal, es decir, la lengua del engaño que sirve al mantenimiento del orden establecido del Estado y el Capital.

Me niego a hablar la lengua del enemigo para negociar mi condena y, por eso, no reconozco ninguna representación legal.

Me niego a participar en este espectáculo, sin embargo, respeto el intento de los compas de sabotearla refutando el discurso monolítico de la justicia burguesa en cada fase del proceso.

En general, por esto me niego a aceptar toda obsesión del mecanismo judicial, no sólo cómo se aplica ahora, sino en cualquier aplicación posible bajo distintos tipos de régimen. Porque ningún cuerpo institucionalizado es competente para imponer su juicio sobre las elecciones y las acciones de otras personas. Y ningún código penal puede contener la riqueza de las relaciones humanas en una tan compleja realidad que todo conjunto de normas fracasa al enmoldarla. Un proceso como este proviene de la imposición estatal a la que sirve, manteniendo unido el tejido social autoritario que, como anarquista, quiero destruir, para que brillen las relaciones humanas antiautoritarias naturales, que solo tienen como tejido unificador el sentimiento y la conciencia.

Aunque todo lo anterior parezca referencias abstractas, es bien concreta mi negación a aceptar la moral del Capital y la sacralización de la propiedad privada a cuya protección está orientado todo el código penal. Fui ladrón y atracador, desafiando el santo grial del capitalismo. Porque propiedad privada significa exclusión, significa acumulación, y constituye la matriz de la forma de explotación y opresión dominante, la económica. Y su poder es su difusión, se encuentra por todos lados, en cada unx de nosotrxs, como el boleto al mundo del capitalismo.

Más en esencia, hablaré de negarme a aceptar el valor objetivo de la vida humana como lo determina la ley del Estado, que desprecia sin escrúpulos a lxs obrerxs, que asesina la inmunidad de los patrones.

Que desprecia sin escrúpulos los suicidios en las mazmorras carcelarias, donde entierra a personas vivas.

Que desprecia los miles de muertos en las intervenciones militares.

Que desprecia sin escrúpulos a lxs migrantes que ahoga en los mares, hace explotar o dispara en las fronteras que separan zonas de distinto nivel de explotación económica.

Que desprecia sin escrúpulos las vidas de personas y animales convirtiéndonos a todxs en productos, proceso que pasa por la tortura continua a lxs insubordinadxs y lxs débiles. Desde lxs niñxs-esclavxs de las multinacionales del tercer mundo, hasta la brutalidad de la industria cárnica, la distancia es muy pequeña.

Y para finalizar, desprecia sin escrúpulos ni respeto a la propia tierra, conduciendo a la enfermedad en masa y a la muerte provocada por la civilización tecno industrial de la contaminación.

Igualmente sin escrúpulos, pues, desprecio también yo, como anarquista, las vidas de los ejecutivos económicos, políticos y científicos del sistema, así como sus esbirros, de los siervos del entramado policial-judicial que defiende el orden asesino de este mundo.

Por eso, cuando me encontré enfrentado a dos pacos que intentaban robarme la libertad, intenté, a parte de mi fuga, también su eliminación física. No queden atónitos, hombrecillos de la sede del tribunal, porque si la vida humana tiene algún valor la tiene en relación con la libertad, y la vida de ustedes, ladrones de la libertad, tiene un valor negativo.

Y en mi propio sistema de valores, puede ser que a un paco se le trate, según las circunstancias, con indulgencia, sin embargo, cualquier juez tiene un sitio en una tumba por todas las personas que ha enterrado vivas.

¡Todo por la libertad!

Yannis Michailidis

Cárcel de Koridallós